Me fastidia cuando disfrazan de ciencia la superchería. Hacen que una película que en principio parecía muy digna, acabe resultando un engañabobos como los adivinos del tarot televisivos. Aquí se nos dice que mediante la modificación genética, se pueden insertar recuerdos sobre vivencias de otra persona, una hipótesis totalmente absurda y sin ninguna evidencia científica que la apoye. A partir de ahí, hay carta blanca para cualquier chaladura que se le ocurra a los guionistas.

Si no fuera por eso, que le quita todo encanto a la peli, podría haber estado bien, ya que las interpretaciones no están mal, el suspense está bien traído, y la banda sonora es buena. Viendo la peli he pensado en De Niro, que se ve que se aburre en casa, y prefiere estar rodando cualquier cosa por tal de estar entretenido y llevarse el pastizal.

El título en español, 'El enviado', carece de sentido.