Recuerdo de los años de mi adolescencia el caso de Roldán, aunque en aquella época no tenía la capacidad, ni los medios, para tener una visión crítica e independiente de los mass media. Esta película es un biopic tanto de Paesa como de Roldán.

El título de "El hombre de las mil caras" le viene un poco grande a Paesa. Fue un tipo con la cara muy dura, y que cuando vio la oportunidad de aprovecharse de un incauto, lo hizo. Yo a eso no lo llamo "espía". Lo llamo "timador".

En cualquier caso, la trama refleja la realidad de la época anterior a la globalización e internet, cuando cuatro despabilados movían el cotarro sin que nadie se enterase de lo que pasaba. Parece mentira que se produjese la extradición del tipo más buscado de España desde Laos, y que la delegación diplomática no midiese cada paso con lupa. Los políticos, más preocupados de apuntarse medallas, que de asegurarse de que el trabajo se hace bien (trabajo que ni siquiera tendrían que hacer ellos).

La película tiene el interés justito: conocer uno de los casos de corrupción más escandalosos de los 90, y lo inútiles que eran nuestros cuerpos de inteligencia y nuestros políticos. No creo que eso haya mejorado mucho.