Lo normal es que se llegue a esta película por los cientos de referencias, homenajes, inspiraciones más o menos disimuladas de otros diretores y, en definitiva, por su aura de mito y piedra angular del género de tiros. Hombre, a mi me ha parecido serie B con bastante más estilo de lo normal. La película tiene los alicientes de la gran presencia (indudable) de Yun-Fat en pantalla, del mano a mano con Lee y de la capacidad que tiene John Woo de introducir cierto lirismo visual entre escabechina y escabechina, pero al fin y al cabo tenemos un guión muy normalito, con toques sentimentales, y una mascletá oriental de órdago. Al respecto es cierto que se sale de la linealidad occidental en este tipo de escenas y adereza el conjunto con una cierta coreografía y una irrealidad interesante, pero en mi opinión sobran muchos planos. En cualquier caso, esta película es de obligado visionado para los aficionados al género porque da sentido al rumbo seguido por Hollywood y siempre es interesante ver otras formas de ver las cosas; es lo que el Anime japonés a la anquilosada animación Disney.