Apuesta fallida del guionista y director Gustavo Bolívar Moreno, al recopilar para versión cinematográfica la historia de Catalina —sí esa que lloraba por tener "teticas" sin desarrollo pronunciado a temprana edad—, donde a manera de resúmen y dado que existe el antecedente de la serie original de Colombia y sus respectivas además de lamentables adaptaciones para Estados Unidos y España, deja en claro que su autor se beneficia a través de la repetición, sin nuevos enfoques que le den un agregado a lo ya concebido en la emisión original.

El producto se reduce a una serie de secuencias mal hiladas y salteadas, que dejan en claro la premura por contemplar cada una de las vivencias de la fémina interpretada por Isabel Cristina Cadavid, que al igual que el resto del elenco, se muestra sobreactuada y sometida al lema del cartel publicitario "Lo que no se pudo ver en TV". Se recobran las escenas eróticas como el agregado visual necesario para revisionar el producto, además de la operación quirúrgica, aspectos inútiles a la deuda de un público ávido de nuevas historias.

Corta de perspectivas.