¿Tiene el cine todavía la capacidad de sorprenderte? Pues si uno echa el ojo a ‘El golpe del siglo’ se dará cuenta de que, en efecto, sí. Creí que me iba a encontrar un subproducto de acción sin soso y sin gracia, de esos que protagoniza en los últimos tiempos Bruce Willis, pero no. No tiene nada que ver con eso.

Pero ojo, cuidado también con las pretensiones, porque si lees el argumento parece que te vas a encontrar con un cruce perfecto entre ‘Ocean’s Eleven’ y ‘Speed’ y no, esto no juega en la liga de esas dos magníficas y maravillosas superproducciones. Es más, hay que pagar el peaje de ciertas decisiones de guión para que, al final, termines pensando que esto es un entretenimiento que merece la pena ver y recomendar. Pero una vez que te enganchas a su propuesta, vas viendo cómo evoluciona la acción, como los personajes, con su reparto lleno de caras conocidas, van cogiendo forma y resulta que te encuentras con enganchado y casi subido al dichoso autobús 657.

Porque sí, ‘El golpe del siglo’ es capaz de guardarse un par de ases en la manga lo suficientemente buenos como para que al final asientas con la cabeza. Dos buenas jugadas de guión convierten esta película en un buen entretenimiento con el que, además, no perderemos la fe con ninguno de los involucrados.

Jeffrey Dean Morgan se limita a ser el héroe, pero que me aspen si no quiero que al final se salga con la suya. Robert De Niro tiene el personaje más complejo y, aunque no supone un desafío para él, si que lo es el hecho de conseguir darle empaque y que no caiga en un esperpento. De ahí que su escena con Kate Bosworth (la única que tiene la pobre muchacha en toda la película) sea tan importante. Dave Bautista y Gina Carano hacen lo que mejor sabe hacer. ¡Pero si es que hasta aparece Zack Morris!

Sorprendentemente me ha gustado. Será que el cine de acción de hoy en día está tan de capa caída que, en cuanto aparece algo que es un poquito mejor y menos fantasioso lo compro.

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