Después del tremendo despropósito en el que se ha ido convirtiendo la saga, empeorando entrega tras entrega y tocando fondo con 'Jurassic World', solo un director de renombre podía hacer que volviese a interesarme por el mundo ideado por Michael Crichton y exprimido hasta la saciedad por Hollywood.

Pues bien, aunque a Bayona siempre le encuentro 'peros' en sus creaciones, confieso que es un tipo lo suficientemente habilidoso como para hacer que 'El reino caído' me llamase un poco la atención. Y, amigos, lo que hace tener un buen contador de historias.

El desmadre en el que se ha convertido la saga es, de alguna forma, insalvable. Toda la trama que está envolviendo esta nueva trilogía que terminará dentro de unos años es disparatada y rebuscada a más no poder. Así pues, Bayona se embarca en la saga, nos cuenta la historia y encima se marca escenas de la casa. Véase por ejemplo el arranque inicial, que te deja pegado a tu butaca y esperanzado de volver a ver una película de dinosaurios digna y potente. Véase también todas las secuencias y la destrucción de Isla Nublar, con una de las secuencias más enternecedoras que el mundo jurásico ha podido darme. Salvaría incluso, algunos momentos de su descocado tercio final.

Pero, una vez más, le encuentro muchas pegas a la superproducción, empezando porque vuelve a tratarse de un capítulo puente que nos intenta dejar con ganas de más, que apenas cierra tramas y que deja un gran marrón por resolver. Además, como he dicho con anterioridad, la película se encuentra a gusto y funciona mejor cuando la trama se desarrolla en la isla, pero se resiente bastante todo el conjunto al final. Es como si conviviesen dos films que no terminan de encajar del todo.

Con todo y con eso, aplaudo el esfuerzo del creador por conseguir momentos puntuales que elevan el listón respecto a las anteriores secuelas. No sé si es lo suficiente como para gastar el dinero de la entrada, pero ya es mucho mejor que todo lo anterior.

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