Media votos
5,3
Votos
3.660
Críticas
37
Listas
127
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Filiûs de Fructüs:
3
4,8
1.277
Terror
Después de una discusión, una pareja de novios se separan durante un fin de semana. Mientras él se queda en casa, ella se va unos días de vacaciones con unos amigos. Aburrido y enfadado, el chico sale a tomar una copa y conoce a una chica. A partir de ese momento todo se vuelve extraño y el miedo aparece... Este proyecto es fruto de la colaboración entre Jaume Balagueró y más de 6.000 internautas, en la segunda edición de la Wikipeli ... [+]
24 de agosto de 2010
32 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre son bienvenidas iniciativas como las que ha tomado Mahou con la denominada Wikipeli, un proyecto financiado por la propia compañía, dónde se ha reclutado -almenos en esta segunda edición- un reparto conocido por la mayoría de telespectadores españoles. Exacto, esos de la nueva hornada de guaperas-que-suelen-trabajar-en-zurullos-del-nivel-de-mentiras-y-gordas. Aún así, se agradece el esfuerzo. Tras las cámaras, otro director de renombre en nuestro cine actual, Jaume Balagueró. Exacto, un director que se marca una gran película como fue la primera parte de '[•REC]' pero que entre su corta filmografía uno puede encontrar trabajos que nunca merecieron ver la luz, como 'OT La película'. Aún así, se agradece el esfuerzo.
Porque Balagueró domina el género. Si ya nos aterrorizó con su co-dirección en el documental con los triunfitos de turno, a punto estuvo de repetir la hazaña de provocar un terror tan visceral con películas correctas como son 'Darkness' o 'Frágiles' o la archiconocida '[•REC]'. Si alguien debía hacer este cortometraje, éste era Jaume Balagueró.
La trama se sitúa en cualquier piso imaginable. La típica -que al final no lo es tanto- pareja, envuelta en discusiones e insultos varios. Ella -Macarena Gómez- se va con los amigotes, él -Mario Casas- no tiene más remedio que quedarse solo en casa. Para no pasarse la noche entera dándole calor al manubrio, decide salir a despejarse a un pub, dónde conoce a Martina -María Castro-. Sí chavales, en dos minutos ya la tiene en el saco, algo inexplicable con esa cara de palo que pasea. Hasta ahí de puta madre, es decir, una mierda como una catedral.
Directos para el spoiler:
Porque Balagueró domina el género. Si ya nos aterrorizó con su co-dirección en el documental con los triunfitos de turno, a punto estuvo de repetir la hazaña de provocar un terror tan visceral con películas correctas como son 'Darkness' o 'Frágiles' o la archiconocida '[•REC]'. Si alguien debía hacer este cortometraje, éste era Jaume Balagueró.
La trama se sitúa en cualquier piso imaginable. La típica -que al final no lo es tanto- pareja, envuelta en discusiones e insultos varios. Ella -Macarena Gómez- se va con los amigotes, él -Mario Casas- no tiene más remedio que quedarse solo en casa. Para no pasarse la noche entera dándole calor al manubrio, decide salir a despejarse a un pub, dónde conoce a Martina -María Castro-. Sí chavales, en dos minutos ya la tiene en el saco, algo inexplicable con esa cara de palo que pasea. Hasta ahí de puta madre, es decir, una mierda como una catedral.
Directos para el spoiler:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El tío, que va má salido que los balcones, se la quiere zumbar. Cuando estan cachondetes, ella le dice que va al baño, que sólo es un momento -es obvio que tiene la regla y se va a quitar la compresa para poder fornicar a gusto y dejarle el cipote de un rojo pasión-. Vuelve dispuesta, pero acompañada. "¿No te importa que haya venido mi madre? Sólo va a mirar, tranquilo." El puto descojone. A partir de ahí un batiburrillo de una parida tras otra hasta el cúlmen final, dónde unos payasos disfrazados -que habían entrado en su casa sin que se diera cuenta- le inyectan en la nalga mierda de la buena. Que sí, ya sé que sois muy avispados y lo suponíais, uno de los payasos es la novia del bueno de Mario Casas, que se dedica a entrar en las casas con sus amigotes para poner inyecciones en las nalgas de los propietarios por puro subidón.
Si no fuese por la conseguida atmósfera malsana que se consigue al final del cortometraje el descojone habría sido antológico, porque la trama es ridícula a más no poder. Por eso creo que Balagueró, teniendo en cuenta el pobre material disponible, era clave para que este proyecto no sea aún más mediocre si cabe -que lo es-. Su puesta en escena le salva. Aún así, se agradece el esfuerzo.
Ah, que el corto dura 16 minutos, no 25.
Si no fuese por la conseguida atmósfera malsana que se consigue al final del cortometraje el descojone habría sido antológico, porque la trama es ridícula a más no poder. Por eso creo que Balagueró, teniendo en cuenta el pobre material disponible, era clave para que este proyecto no sea aún más mediocre si cabe -que lo es-. Su puesta en escena le salva. Aún así, se agradece el esfuerzo.
Ah, que el corto dura 16 minutos, no 25.