Tan solo 5 años tardó Hollywood en plasmar en pantalla el emocional, sobrecogedor y claroscuro drama que vivieron 33 mineros de una mina chilena de San José, que quedaron atrapados e incomunicados a cientos de metros de profundidad tras el derrumbe de la mina. Una historia de dramas (desde el drama intrínseco de verse atrapado en esa situación y al borde de la locura e inanición... hasta el drama político-social de ciertas empresas que ponen los beneficios tan por encima de todo lo demás, que desprecian la seguridad de su personal) y de alegrías (todos estos mineros, como bien es sabido, sacaron fuerzas de flaqueza para sobrevivir durante semanas con provisiones para tres días. Y, como pocas veces, las fuerzas gubernamentales, las empresas y la sociedad global se unió con todos sus esfuerzos para rescatar vivo a este grupo) tan intensa, imponente y serpenteante que... muy mal se tenía que haber llevado a la escena como para no resultar en un film notable y robusto.

Y así acaba siendo: "Los 33" es una película del todo recomendable para todo fan del cine, pues es capaz de configurar el guión de su trama con elegancia, y la puesta en escena también resultando atractiva (y vibrante por momentos).

Son el material de base tan implicante y vehemente, y la puesta en escena las mayores virtudes de la cinta. Pues la historia que se nos narra es una historia que merecía ser narrada. Una historia en la que veremos de forma dual tanto el drama de supervivencia y convivencia que llevaron acabo estos 33 trabajadores dentro del inmundo agujero donde se vieron encerrados, como el suspense en los trabajos de ingeniería minera para rescatar a esta gente (tremendamente interesante este aspecto de la cinta, en mi opinión) junto con la lucha de las familias y sus movilizaciones para que jamás se tirará la toalla a pesar de pasar el tiempo y la esperanza... no sin dejar de lado imponentes momentos de acción que incluyen derrumbes, explosiones, perforaciones y huídas.

Así pues estamos ante una cinta muy completa a nivel argumental... una cinta que pudo estar aun mucho más cuidada en su guión adaptado (nada menos que 4 guionistas se encargaron de llevar al cine esta historia). Pues yo también me uno a ciertas críticas respecto a que el film dedica algunas escenas a un melodrama impuesto (la escena de la cena sobraba), unos minutos que se pudieron haberse utilizado para un drama aun más desgarrado y arriesgado dentro de esa tumba común donde se encontraron "los 33 de Atacama" durante 2 meses. También es cierto que el reparto que hace el libreto entre presentación, nudo y desenlace es un tanto irregular (alargando en pelín el nudo y dejando menos lugar al desenlace) y pudo ser mejor repartido. La banda sonora (que se escuchó en el film a título póstumo) de James Horner por su parte parece una copia hecha con pereza y desgana de la maravillosa que realizó para "La máscara del Zorro" (1998) y, aunque se noten atisbos en las escenas de acción de lo que logró con la BSO de "Titanic" (1997), está a años luz de sus obras más originales e inolvidables.

Pero estos puntos negros (que lo único que hacen es no lograr que estemos hablando de una obra maestra imperecedera) no empañan todas las virtudes de la cinta, que hacen que en su conjunto estemos hablando de una película a tener en cuenta.

Y es que la trama (y a pesar de ese innecesario estiramiento en ciertos puntos del segundo tercio del film) fluye con el mismo dinamismo que naturalidad; en muy pocos minutos el espectador entrará enseguida en situación y le resultará muy difícil apartar los ojos de la pantalla. Pues lo que nos cuenta los "Los 33" es elocuente, palpitante y diverso (dejando varias escenas de verdadera turbación, otras de reales emociones (ya sea de pena o alegría, en "Los 33" es muy difícil contener las lágrimas por culpa de su temática y sus actuaciones en la escena).

Y es que en esta hazaña de ofrecernos una montaña rusa enérgica, impresionante, heterogénea y resuelta tienen más responsabilidad la puesta en escena y las interpretaciones. Tienen la culpa la mexicana Patricia Riggen (que, si bien no es capaz de ofrecer una realización tan personal e íntima en los momentos de drama profundo como otros originales directores (¡vamos, que en dramas de supervivencia, otros directores han demostrado mayor madurez en la realización como Spielberg en "Salvar al Soldado Ryan" (1998) o Ridley Scott en "Black Hawk derribado" (2001)!), cumple con oficio ofreciendo siempre planos correctos para cada momento (panorámicas y paneos para mostrarnos el dulce exterior y planos cerrados para el interior minero) y una edición siempre viva), la fotografía de C. Varesse (que nos sumerge de lleno en esta historia épica con mucho estilo) y las interpretaciones de Antonio Banderas (como "Super Mario", el que se convirtió en el líder natural durante los meses de supervivencia. Banderas, a pesar de parecernos siempre Antonio Banderas en todos sus papeles, esta vez imprime a su personaje una emoción tan sincera y una intensidad tan cómplice que acaba haciendo su mejor interpretación tras más de 40 largometrajes), la siempre sutil Juliette Binoche (su carisma y empaque hacen que sobresalga por encima del resto del reparto) como hermana atribulada de uno de los atrapados, y el resto de secundarios (hasta Mario Casas, en su primera incursión en Hollywood no desentona) que incluyen a la chilena Cote de Pablo (más conocida por su papel televisivo en "NCIS Navy: Investigación criminal") entre otros.

En fin, "Los 33" es un drama humano que merece la pena de visionar al menos una vez en la vida, es una cinta que se carga de matices y de emociones, logra hacer estremecer, inquietar, afectar y conmover hasta los huesos. Su guión pudo estar aun más cuidado y pulido, resulta bastante evidente. Pero lo que nos da es lo suficientemente bueno, y el diseño de producción, la batuta de Riggen y las interpretaciones ponen el resto mejor de lo esperado.

Lo peor: ...