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7
6,4
13.411
Terror. Drama
Owen es un niño triste (Kodi Smit-McPhee), maltratado por sus compañeros de clase y abandonado por sus padres divorciados; sin embargo, algo cambiará en su solitaria vida cuando conozca a Abby (Chloe Moretz), una nueva y misteriosa vecina, que vive con su silencioso padre (Richard Jenkins), y con quien entablará una particular amistad. Remake norteamericano de la celebrada película sueca "Déjame entrar" ("Let The Right One In"). (FILMAFFINITY) [+]
22 de junio de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Owen es un crío de 12 años, acosado en el cole e ignorado por su familia. Con cierta angustia y tormento en su vida, encuentra refugio en un alma gemela: un vampiro que también resulta ser la persona menos conveniente para él.
No he visto la original sueca (que a su vez se basaba en un best-seller sueco)... y casi me alegro; así pude ver este film como algo nuevo, como un interesante descubrimiento y evitar odiosas comparaciones. La verdad es que no sé como será la original, pero visto lo visto por las comparaciones, debe ser el súmun del celuloide... porque esta versión estadounidense es buena.
El material de base (la novela de Lindqvist) es el mismo. El autor afirmó que fue el aspecto personal de la novela, y no la historia de terror, lo más importante para él ya que describe su niñez. Y es que "Let Me In" muestra y habla en definitiva de dos almas solitarias que encuentran confort y apoyo juntas, de como todos nos hemos sentido cómodos y felices dentro de una oscuridad gracias a un amor y un apoyo especial, de como hemos encontrado una relación de afinidad, de lo primordial que resulta ese amor (nada importa cuando se está con esa persona) y del mutuo apoyo incondicional que se saca de ella. También nos habla del bullying: el injusto y temido acoso escolar que se zafa con los débiles.
Decir que "Let me In" es una simple película de vampiros no sería de justicia. "Let Me In" conjuga thriller clásico con un drama íntimo (sindo este último lo realmente primordial); y ofrece un equilibro que resulta impregnante en todo momento gracias a una narración exquisita.
El guión afortunadamente no se acerca en ningún momento al estilo de "Crepúsculo" con esa cursilería, esa "perfección", esa simpleza y esa redundancía tonta más cercana a High School Musical que a un drama verdadero; "Let Me In" está tratada con más autenticidad y naturalidad en sus momentos y diálogos. Es más innata, sería, realista y adulta en sus relaciones personales... por lo tanto implica más, resulta mucho más poderosa y cabal en su amistad siendo sutil a la par que tierna.
Reeves acierta con un estilo descriptivo ascético pero bello e insólito; con un excelente uso de filtros azulados y amarillos, con encuadres austeros muy bien compuestos que son atractivos desde el principio hasta el final, con esa baja luminosidad, ese juego de saturación y esos desenfoques. Reeves usa todos los recursos del thriller clásico (dilatación del tiempo en momentos de suspense, planos con personajes ocultos, interminables e inseguros pasillos tenebrosos...) pero también utiliza la narración para introducirnos de forma subjetiva en la existencia de los protagonistas...
No he visto la original sueca (que a su vez se basaba en un best-seller sueco)... y casi me alegro; así pude ver este film como algo nuevo, como un interesante descubrimiento y evitar odiosas comparaciones. La verdad es que no sé como será la original, pero visto lo visto por las comparaciones, debe ser el súmun del celuloide... porque esta versión estadounidense es buena.
El material de base (la novela de Lindqvist) es el mismo. El autor afirmó que fue el aspecto personal de la novela, y no la historia de terror, lo más importante para él ya que describe su niñez. Y es que "Let Me In" muestra y habla en definitiva de dos almas solitarias que encuentran confort y apoyo juntas, de como todos nos hemos sentido cómodos y felices dentro de una oscuridad gracias a un amor y un apoyo especial, de como hemos encontrado una relación de afinidad, de lo primordial que resulta ese amor (nada importa cuando se está con esa persona) y del mutuo apoyo incondicional que se saca de ella. También nos habla del bullying: el injusto y temido acoso escolar que se zafa con los débiles.
Decir que "Let me In" es una simple película de vampiros no sería de justicia. "Let Me In" conjuga thriller clásico con un drama íntimo (sindo este último lo realmente primordial); y ofrece un equilibro que resulta impregnante en todo momento gracias a una narración exquisita.
El guión afortunadamente no se acerca en ningún momento al estilo de "Crepúsculo" con esa cursilería, esa "perfección", esa simpleza y esa redundancía tonta más cercana a High School Musical que a un drama verdadero; "Let Me In" está tratada con más autenticidad y naturalidad en sus momentos y diálogos. Es más innata, sería, realista y adulta en sus relaciones personales... por lo tanto implica más, resulta mucho más poderosa y cabal en su amistad siendo sutil a la par que tierna.
Reeves acierta con un estilo descriptivo ascético pero bello e insólito; con un excelente uso de filtros azulados y amarillos, con encuadres austeros muy bien compuestos que son atractivos desde el principio hasta el final, con esa baja luminosidad, ese juego de saturación y esos desenfoques. Reeves usa todos los recursos del thriller clásico (dilatación del tiempo en momentos de suspense, planos con personajes ocultos, interminables e inseguros pasillos tenebrosos...) pero también utiliza la narración para introducirnos de forma subjetiva en la existencia de los protagonistas...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
... (nunca vemos el rostro de la madre de Owen, o el rostro de sus compañeros de colegio... pero sí vemos siempre con ahogo el rostro del endemoniado acosador... y así comprendemos la visión de Owen sobre su entorno). Pero la narración no solo cumple su misión de extrapolar al espectador todas las sensaciones de la trama (desde el misterio y la intriga de la primera escena hasta las sensaciones de soledad, desesperanza y turbación que viven los protagonistas hasta el final), sino que además envuelve, atrapa y evade con elegancia en su tenebrosidad. La inquietante música de Michael Giacchino también juega un buen papel.
Pero los que verdaderamente aportan el alma de la historia son los actores que están francamente bien. El lucimiento de sus actores haría enrojecer de envidia a todo el reparto de "Crepúsculo". El par protagonista comparte una química fundamental necesaria para un film que se desarrolla por gestos, miradas y detalles. Smit-McPhee realiza una interpretación maravillosa, en cuestión de segundos materializa el universo interior de su personaje, sus miedos e inseguridades generan una compasión enorme y sus impulsos sentimentales empapan de una gran complicidad. Moretz "alias Hit-Girl", quizá un escalón por debajo de su compañero, atrae y genera una ambigüedad deliciosa. Jenkins como atormentado protector y Dylan Minnette como malvado acosador escolar (el verdadero villano del film) también sorprenden y cierran el cuadrado de este inquietante pero cómplice universo.
En fin, misterio fantástico mezclado con drama infantil y una relación muy natural de amor y amistad. En su viaje deja empatía y grandes momentos de nervio.
Lo mejor: Para mí el rescate de Abby en la piscina (para los especialmente sensibles con el acoso escolar, será un momento muy potente). Smit-McPhee. La realización.
Lo peor: La parte del misterio de los asesinatos es algo tipicona y con un segundo visionado desaparece su interés. Tiene un ritmo pausado que, también con un segundo visionado, puede incomodar un poco en algunos pequeños puntos del film.
Pero los que verdaderamente aportan el alma de la historia son los actores que están francamente bien. El lucimiento de sus actores haría enrojecer de envidia a todo el reparto de "Crepúsculo". El par protagonista comparte una química fundamental necesaria para un film que se desarrolla por gestos, miradas y detalles. Smit-McPhee realiza una interpretación maravillosa, en cuestión de segundos materializa el universo interior de su personaje, sus miedos e inseguridades generan una compasión enorme y sus impulsos sentimentales empapan de una gran complicidad. Moretz "alias Hit-Girl", quizá un escalón por debajo de su compañero, atrae y genera una ambigüedad deliciosa. Jenkins como atormentado protector y Dylan Minnette como malvado acosador escolar (el verdadero villano del film) también sorprenden y cierran el cuadrado de este inquietante pero cómplice universo.
En fin, misterio fantástico mezclado con drama infantil y una relación muy natural de amor y amistad. En su viaje deja empatía y grandes momentos de nervio.
Lo mejor: Para mí el rescate de Abby en la piscina (para los especialmente sensibles con el acoso escolar, será un momento muy potente). Smit-McPhee. La realización.
Lo peor: La parte del misterio de los asesinatos es algo tipicona y con un segundo visionado desaparece su interés. Tiene un ritmo pausado que, también con un segundo visionado, puede incomodar un poco en algunos pequeños puntos del film.