¿De verdad hacía falta tanta estrella y despliegue para acabar en el cliché rosa y adolescente? Por favor, que nadie se engañe porque en la portada aparezcan un puñado de estrellas con reputación, y porque la cinta prometa tener una ambientación fiestera. De "Rock of Ages" tan solo se salvan escasísimos minutos, mientras que el 80% de su metraje tan solo produce el mayor de los sonrojos (ya sea en sus momentos pretendidamente serios o divertidos... todos ellos realmente incómodos).

¡Y es que "Rock of Ages" resulta incluso más cursi que "High School Musical"! Así que ya se pueden imaginar ante lo que nos encontramos. Los pocos actores de renombre son una mera excusa para atraer al público (ya que sus escasos momentos se quedan de los más parvos. El reparto de relumbrón o no quiere o no puede (algunos están de lo más sobreactuados) desarrollar a sus personajes con decencia o con diversión convincente). En su lugar los verdaderos protagonistas son una parejita sosa y mojigata que parecen salidos de Disney Channel. Los nombres de este par de jóvenes actores (Julianne Hough y Diego Boneta) no sonarán de nada y con razón, ya que llevan marcado en la frente el pasar sin pena ni gloria por el mundo del cine (musical o no).

La trama que les acompaña es exactamente igual de blandita, tópica, rosa y almibarada que su presencia (la típica historia de chica de pueblo que llega a la ciudad para triunfar en el espectáculo). Para colmo la trama se desarrolla con la bobería y estupidez más supina, tanto es así que la vergüenza ajena se apodera del espectador (en su comienzo ya podemos ver que nada más llegar a la ciudad (al minuto de empezar la película) la chica encuentra novio y trabajo (¡vamos! lo que suele pasar siempre en la vida real). Y para que nos sintamos totalmente identificados con la protagonista, además le sucede algo que también nos pasa a todo el mundo: el trabajo que encuentra se sitúa precisamente en el ambiente que siempre soñó. Y el novio que consigue nada más pisar la ciudad es por supuesto guapo, joven, buena persona y talentoso (no iba a ser un cabrón, feo, viejo y sin talento... aunque abunden más en la vida real). Y así con todo su tratamiento).

Y es que el gran lastre del film es su tono pueril y su desacertada semiparodia (sus momentos de risa son como unos sketches de José Mota pero sin gracia, y sus momentos serios son aún peor). El metraje no sabe si tomarse o no en serio, y al final el espectador no sabe si lo que está viendo es o no una broma.

Es una cinta que merecería un 1 si no fuera porque la gran voz de Mary J. Blidge hace un par de notables apariciones, porque un estiloso y desbarrado Tom Cruise aporta un desfase divertido (el único que lo consigue), porque el musical parte de grandes temazos (algo degradados aquí en sus versiones, aunque no lo suficiente como para que dejen de ser temazos), y porque sus números musicales tienen una buena puesta en escena (aunque tampoco destaquen para nada dentro del cine musical). Si se quitan esos exiguos matices de vistosidad, la película se queda en algo no malo sino malísimo.

La verdad es que ni siquiera he visto la obra de Broadway para comparar, pero lo que observo en pantalla es una especie de broma de sobremesa descentrada. En mi caso ni siquiera iba buscando un homenaje al Rock&Roll sino tan solo un buen musical, pero ni eso. Tendré que ver "Chicago" de nuevo para que se me pase el susto.

Lo peor: La trama troncal y su tratamiento.
Lo mejor: Mary J. Blidge, Tom Cruise, sus momentos musicales (aunque tampoco sean de excelencia).