Aviso a navegantes: "No tengas miedo a la oscuridad" no destaca en absoluto dentro de las películas de terror de casas encantadas. Es más, la cinta es tan solo tolerable... tirando a floja.

Esta vez el hecho de que Guillermo del Toro ande detrás del guión (de una adaptación de una TV movie del 73), no acaba resultando en una cinta de horror de calidad que se diferencie de cualquier producto comercial de sobresaltos hecho para la chavalería... porque "No tengas miedo a la oscuridad" entra dentro de ese grupo.

La trama consiste en una trillada "familia disfuncional" (una joven y "modernilla" pareja y la hija de él) que se muda a una mansión tétrica que (por supuesto) esconde a sus previsibles "monstruos/fantasmas"... que darán los sustos necesarios a estos personajes memos y poco más.

Es una pena que la cinta no pase de la leve y futil distracción momentánea, pero en "No tengas miedo a la oscuridad" es lo que hay: un pasatiempo pasajero tan tópico como superficial... que incluso llega a la parodia inintencionada. En esta cinta no hay originalidad, complejidad o profundidad en sus previsibles y resabidos momentos, y en sus personajes unidimensionales y tópicos tan bobos que acaban en la caricatura (en especial el personaje del padre).

Y es que la sensación de deja vú es continuada con esos "descubrimiento secretos" esperados, esos ataques tan característicos, esa protagonista infantil taaaan lista, esos adultos secundarios que curiosamente nunca se enteran de nada o ese tétrico jardinero con cara de mala leche. Y el hecho de que las "criaturas terroríficas" que merodean por la mansión encantada no den ni pizca de miedo tampoco ayuda a generar coherencia o pavor e interés en el argumento, pues las criaturas son una mezcla entre Karmele Marchante, un Gremlin y el Ratoncito Pérez.

En fin, si bien el guión no aporta el interés esperado, al menos el metraje cuenta con un diseño de escenarios bello. Los decorados de la casa victoriana son de lo más embelesadores, y los exteriores y su fotografía son algo majestuoso.

Nixey por su parte se desenvuelve bien por el metraje con una cadencia al menos tolerable que, eso sí, imprime el nervio y la tensión necesarias (utilizando adecuadamente los recursos del thriller) para dejar algunos sobresaltos en su nudo y desenlace.

Pero lo que más despunta de la película es la niña protagonista, Bailee Madison que está increíblemente notable como ambigua y atemorizada cría, y consigue destacar en una cinta para nada destacable sacando oro de sus trillados momentos. Ojalá hubiera tenido otra cinta y otra trama para lucirse de la manera en la que lo hace. Katia Holmes y Guy Pearce hacen de sus padres sin molestar ni sobresalir (nunca han sido los mejores actores del universo precisamente, pero en esta cinta no es que estén en su mejor momento, la verdad).

En definitiva, quien busque una leve distracción (y algún sustillo) dentro de una tenebrosa mansión, "No tengas miedo a la oscuridad" cumplirá con estilo. Ahora bien, la película a pesar de tener una bonita forma no tiene fondo alguno (y eso se evidencia en un segundo visionado de bostezo y vacío total).

Lo mejor: Bailee Madison. Los escenarios. La tensión narrativa conseguida por Nixey en el último tercio.
Lo peor: La trama, sus tópicos y poco esfuerzo de desarrollo o profundidad...