En 2017 llegó la quinta entrega de la taquillera saga de Disney "Piratas del Caribe". Con un cambio en la dirección (pues ya ni Gore Verbinsky ni Rob Marshall se ponen tras las cámaras, y en su lugar tenemos a los responsable de "Bandidas" (2006) y "Kon-Tiki" (2012)) pero con el mismo espíritu que sus predecesoras.

La trama vuelve a presentarnos una aventura pirata superficial y para todos los públicos (y no me vengan con que sus entregas anteriores tenían unos guiones propios de Christopher Nolan o Francis Ford Coppola, pues estaban tan cogidos con alfileres como el que nos ocupa). Una premisa en la que de nuevo el carismático Jack Sparrow (Jonnhy Depp) se ve perseguido por mágicos enemigos del pasado (suelen ser piratas zombies en casi todas las películas de la saga) y trata de unir fuerzas con nuevos amigos para hacerse con un tesoro legendario. Nada nuevo bajo el sol, viene a ser lo mismo que en las entregas anteriores con muy leves diferencias... y el caso es que la fórmula sigue funcionando en su justa medida.

Pues si bien tenemos unos avatares por los mares y las islas de lo más sobados, una evolución de la aventura ciertamente previsible para todo público curtido (las casualidades tan casuales), y un tratamiento argumental de lo más frívolo e insustancial (lo que da pie a bastantes absurdeces que no son novedad en esta serie fílmica) ... el caso es el largo posee un ritmo dinámico y su premisa guarda un mínimo de coherencia como para resultar un producto de lucimiento audiovisual satisfactorio, siempre como pasatiempo trivial y pasajero (quien espere aventuras marinas de enjundia y maduras, se ha equivocado de película. Y mejor que navegue por los fotogramas de "Master and Commander" (2003) o "Red Dot on the Ocean" (2014) que son muy buenas en lo suyo).

Pues el principal baluarte del film es su puesta en escena, ya que su guion no pasa de lo aceptable sin más (con su trama de aventuras fantásticas muy proporcionada, y con unas salidas de humor más propias de las seres de Disney Channel a lo "Hannah Montana" (2006-11) o "Zack y Cody: Todos a bordo" (2008-11)). Y ahí "Piratas del Caribe: La venganza de Salazar" resulta una delicia, con unos imponentes efectos visuales, un sonido inmersivo, unos lucidos y atinados decorados, con una fotografía embrujante de depurada iluminación y acomodadas tonalidades, con un vestuario y maquillaje impecable, y con la banda sonora de Geoff Zanelli que mantiene el pulso y la singularidad de Hans Zimmer (si algo funciona, mejor no cambiarlo). El punto más flojo de su puesta en escena son las actuaciones de los más jóvenes del reparto (Brenton Thwaites y Kaya Scodelario) que son incapaces de lograr la cercanía y distinción que logró el dúo al que emulan (de Keira Knightley y Orlando Bloom), por fortuna se reparten el protagonismo con un Jonhhy Depp tan mimetizado como acostumbra en su rol (aunque esta vez no tiene salidas humorísticas tan vivaces como en las cintas anteriores, ni puede presumir de compartir química con un/a partenaire como lo logró con Penélope Cruz en la cuarta película), un Javier Bardem siempre sólido y un Geoffrey Rush también natural en su estrambótico rol (que también mereció más desarrollo en esta ocasión).

Y así con todo podría decirse que "Piratas del Caribe: La venganza de Salazar" es la película más insulsa y rutinaria de toda la saga (que lo es), y que aun así cumple con eficacia su papel de entretenimiento comercial para toda la familia (aunque se trata de un producto más orientado a los niños que a los adultos. Esto no tiene las vicisitudes de los largos de Disney/Pixar). Nunca llega al nivel de sus films anteriores de "Piratas del Caribe", pero se queda a la altura tan mediocre como resultona de "Tomb Raider" (2001), "Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal" (2008), "Piratas" (2012), "La joya del Nilo" (1985), "El Hobbit: Un viaje inesperado" (2012), "Rango" (2011) o "Percy Jackson y el ladrón del rayo" (2010). Desde luego mejor que "Viaje al centro de la Tierra" (2008), "El Rey Escorpión" (2002), "Dragonball Evolution" (2009) o "La momia: La tumba del emperador dragón" (2008) sí es. Solo recomendable si los críos la piden o si se es muy fan y seguidor de la saga o del personaje que ha clavado Depp (aunque su Capitán Sparrow ha tenido aventuras más atinadas).

Lo mejor: Me quedo con su fotografía.
Lo peor: Las grises actuaciones de Thwaites y Scodelario.