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España España · MADRID
Voto de Spark:
7
Serie de TV. Drama Miniserie de TV (2012). 6 episodios. Elaine Barrish, ex Primera Dama de los Estados Unidos, actual Secretaria de Estado y recientemente divorciada, tiene que lidiar con los problemas del Departamento de Estado a la vez que trata de mantener unida a su familia. (FILMAFFINITY)
22 de septiembre de 2014
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Gustosa serie política para los amantes de este tipo de ficción (como es mi caso, que me apasiona la ficción política y la devoro siempre que tengo la ocasión), en la que una inconmensurable Sigourney Weaver se pone en la piel de una atribulada y versada Secretaria de Estado que ambiciona la presidencia del gobierno de los Estados Unidos.

Sí, es cierto: La premisa de la serie no es ninguna "inspiración" en la vida de Hilary Clinton sino una imitación en toda regla. La serie de 6 episodios pierde puntos por culpa de esto, pues no costaba nada ofrecer una trama principal más original y novedosa sobre una mujer en la cima del poder y la influencia... sin tener que caer en la premisa de "ex-mujer de Presidente mujeriego que aguantó por imagen y ahora quiere demostrar todo lo que no pudo y guiar al feminismo" (¡para eso haber realizado un biopic y no tratar de engañar al personal con una novedad en ficción que no es tal!). Y es que... esta ficción se resiente cuando nos muestra ciertas situaciones que directamente copian las desventuras de la señora Clinton en la Casa Blanca o durante sus elecciones primarias... porque "Political Animals" tiene un reparto en estado de gracia, una factura impecable, y ciertos diálogos y momentos verdaderamente crecidos, así que esas pequeñas situaciones (como los (poco trabajados en el guión) flashbacks de la protagonista cuando era la Primera Dama cornuda) se denotan como una pérdida de tiempo y como un "lo que pudo ser esto y no es" en esos momentos resabidos y facilones, que pudieron aprovecharse en un tratamiento más desarrollado de los tejemanejes políticos (en los que se echa de menos un poquito más inteligencia, enjundia y calado para hacer de esta serie algo del todo sobresaliente).

En definitiva; que "Polítical Animals" no es "House of Cards" (ni algo digno de compararse con el largo de Spielberg "Lincoln" o el "Invictus" de Clint Eastwodd) y quizás le falte más de "El ala Oeste de la Casa Blanca" y le sobre más de "Dinastías" (los momentos "culebronescos" sobre la familia de la protagonista también son los puntos más flojos de la serie en cuanto al guión) pero, sin ser una ficción excelente lo que nos ofrece es realmente bueno y apetecible en líneas generales. Así que se pueden perdonar esos defectos de detalles en el libreto que bajan el nivel de los minutos en ciertos puntos.

Porque en "Political Animals" afortunadamente hay más minutos de estrategia política, de juegos vivientes de ajedrez, de interesadas filtraciones o no filtraciones a la prensa (la serie aprovecha con tino e intelecto el juego de a dos que se marcan la Secretaria de Estado y la "periodista amiga"). Así que al espectador "Political Animals" puede atraparle sin esfuerzo con sus juegos sucios de destreza, de anticipación, de apuñalamientos por la espalda, de intuición, de mentiras, de trabajada e impávida hipocresía, de "verdades ocultas"... ¿Son situaciones incomparables? no, pero lo cierto es que la serie deja buenos diálogos políticos (algunos inmensos gracias al buen hacer de Weaver) y curiosas negociaciones que se saborean con gusto (también la serie nos deja alguna cómica situación burlesca durante esos viajes políticos que puede arrancar la risa con acierto). Así que en su género merece la pena echarla un vistazo.

Es, además, una ficción con una maravillosa ambientación, con una cinematografía admirable y limpia (que supera con creces a muchos conocidos largometrajes), con una soberbia puesta en escena, un vestuario excelente, una acertada banda sonora y una edición tan acelerada como notable.

Pero lo que verdaderamente eleva a "Political Animals" y la hace una serie majestuosa (a pesar de que el guión a veces se quede a medio camino) son sus interpretaciones que van desde buenas (James Wolk como hijo mayor de la protagonista, Carla Gugino como periodista feminista y admiradora de la protagonista (el papel más lucido que jamás haya visto de la actriz)) a excelentes (la veterana Ellen Burstyn como elegantemente deslenguada madre de la protagonista (muy merecido su Emmy por este trabajo) o Sebastian Stan como desesperanzado hijo menor) a impresionantes (Sigourney Weaver está colosal. Aunque haya visto estupendas interpretaciones de la actriz, a partir de ahora solo puede ser Elaine en mi mente. Ya no solo es que Weaver aporte una elegancia y una clase únicas a su personaje (que lo hace), es que dota a su personaje de una estupenda profundidad, de una multitud de matices, de una sutileza encantadora, de un único carácter. Evidentemente el guión se reserva los mejores momentos de intelecto y corazón para su personaje, y Weaver los borda todos ellos dejándonos incluso al borde de la lágrima en los acontecimientos más "sensibleros y facilones".

En definitva, "Political Animals" no es perfecta y pudo dar mucho más... pero lo que hay es realmente bueno: Un libreto tolerable en líneas generales (con puntos altos y bajos), un reparto maravilloso con una Sigourney Weaver en estado de gracia y un diseño de producción sobresaliente. Eso basta para resultar una serie política disfrutable.

Lo mejor: Sigourney Weaver como Elaine. Ellen Burstyn. Carla Gugino.
Lo peor: Los momentos culebronescos se notan como accesorios y perfectamente sustituibles.
Spark
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