Atractiva biografía del célebre escapista Harry Houdini, con una esmerada reconstrucción de época, una puesta en escena dinámica y un buen trabajo de Adrien Brody.
Narra con bastante rigor lo que se conoce de la vida del mago. Todo queda reflejado: sus duros comienzos como artista ambulante, su empeño constante en sorprender y ofrecer un espectáculo único (en ocasiones con riesgo para su vida), su innegable talento, su gran preparación física, su interés por la aviación, su preocupación por la competencia de otras formas de entretenimiento, en especial el cine, y su estrecha relación con su madre, que contrastaba con la tensa relación que siempre mantuvo con su padre, un estricto rabino.
Uno de los aspectos más conocidos de su personalidad, su obsesión por el espiritismo, también está presente. En todo momento queda patente que deseaba creer en el más allá, pero chocaba una y otra vez con estafas más o menos elaboradas, que le hacían reaccionar con hostilidad.
Adrian Brody está acompañado por la dulce Kristen Connolly en el papel de su esposa Bess. Es una pena que se limite a mostrar preocupación por los riesgos que corría Harry en sus números o a quejarse del poco tiempo que le dedicaba. Cosas mil veces vistas.
Pero su defecto más importante, a mi juicio, es otro, y lo comento en el spoiler.