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Voto de Feng Lanzhí:
7
5,4
1.586
Aventuras. Drama
El héroe griego Darío (Rory Calhoun), que se encuentra en Rodas disfrutando de unos días de descanso, verá perturbado su sosiego debido a una revuelta de esclavos que luchan contra la opresión del perverso tirano de la isla, que buscará la alianza de los fenicios para aplastar la rebelión. (FILMAFFINITY)
18 de diciembre de 2020
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Coloso de Rodas tenía más de 30 metros de altura y decoró el puerto de la ciudad durante varias décadas. Fue derribado por un terremoto y durante mucho tiempo siguió siendo admirado, aunque yaciera en el suelo.
Evocando esa gigantesca estatua, una de las siete maravillas del mundo clásico, se realizó esta coproducción entre Italia, Francia y España. Fue la primera película de Sergio Leone y se puede decir que empezó bien, con una entretenida aventura, ideal para los niños.
La escenografía fue más que decente. El puerto, los edificios, los templos, están representados con esmero y no se trata de una vergonzosa exhibición de cartón piedra como en otras cintas de la época. Aunque lo que más destacaba era el diseño y la espectacularidad del legendario Coloso, que en esta ficción escondía algunas sorpresas, pues estaba diseñado para proteger la ciudad de posibles invasores.
Lo peor:
El protagonista. Si se buscaba un Victor Mature, el actor cumplió porque lo hizo tan mal como el original.
La barba del rey de Rodas, que se la debió quitar a algún rey mago.
El baile o ceremonia en el templo de Baal, que espantaría igualmente a griegos, fenicios y troyanos.
La tijera desatada en el montaje español, que se llevó por delante alguna secuencia fundamental.
Y dos momentos, involuntariamente cómicos, que comentaré en el spoiler.
Pero todo es disculpable. Una diversión para toda la familia a través de la Pedriza, la Ciudad Encantada de Cuenca o la Granja de San Ildefonso.
Evocando esa gigantesca estatua, una de las siete maravillas del mundo clásico, se realizó esta coproducción entre Italia, Francia y España. Fue la primera película de Sergio Leone y se puede decir que empezó bien, con una entretenida aventura, ideal para los niños.
La escenografía fue más que decente. El puerto, los edificios, los templos, están representados con esmero y no se trata de una vergonzosa exhibición de cartón piedra como en otras cintas de la época. Aunque lo que más destacaba era el diseño y la espectacularidad del legendario Coloso, que en esta ficción escondía algunas sorpresas, pues estaba diseñado para proteger la ciudad de posibles invasores.
Lo peor:
El protagonista. Si se buscaba un Victor Mature, el actor cumplió porque lo hizo tan mal como el original.
La barba del rey de Rodas, que se la debió quitar a algún rey mago.
El baile o ceremonia en el templo de Baal, que espantaría igualmente a griegos, fenicios y troyanos.
La tijera desatada en el montaje español, que se llevó por delante alguna secuencia fundamental.
Y dos momentos, involuntariamente cómicos, que comentaré en el spoiler.
Pero todo es disculpable. Una diversión para toda la familia a través de la Pedriza, la Ciudad Encantada de Cuenca o la Granja de San Ildefonso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Los momentos que más se recuerdan:
La gran tumba donde descansan las momias de todos los reyes de Rodas, es el escenario elegido por la bella Diala, para hacerle una elegante “cobra” a Darío.
La embarcación de los rebeldes intenta huir del puerto, pero el Coloso la destruye, dejando caer sobre ella las brasas ardientes que retiene en sus manos.
Darío sufre una encerrona de Diala en el interior del Coloso. Tras una lucha a espada sobre el brazo del gigante, salta al mar. Cuando regresa al campamento ve que este ha sido arrasado, pues reveló a la chica su localización. Solo queda Mirte para recordarle lo caro que resultó su tonteo.
El terremoto derriba el Coloso y todos los edificios de la ciudad, mientras Darío huye con Mirte entre los incendios y las ruinas. Buenos efectos especiales y buena labor de los numerosos extras.
Los dos momentos involuntariamente cómicos:
Darío grita al rey de Rodas en el circo que los fenicios conspiran para derrocarlo. Pero el rey, orgulloso, brama que no será así mientras le quede un instante de vida. Momento en que recibe un flechazo que lo deja seco.
Tireo ve como su ejército le abandona tras iniciarse el terremoto. “¡Cobardes!” exclama. Como todos huyen a los barcos, él también da la espantada: “Los alcanzaré”, dejando a su amada Diala más tirada que una colilla.
La gran tumba donde descansan las momias de todos los reyes de Rodas, es el escenario elegido por la bella Diala, para hacerle una elegante “cobra” a Darío.
La embarcación de los rebeldes intenta huir del puerto, pero el Coloso la destruye, dejando caer sobre ella las brasas ardientes que retiene en sus manos.
Darío sufre una encerrona de Diala en el interior del Coloso. Tras una lucha a espada sobre el brazo del gigante, salta al mar. Cuando regresa al campamento ve que este ha sido arrasado, pues reveló a la chica su localización. Solo queda Mirte para recordarle lo caro que resultó su tonteo.
El terremoto derriba el Coloso y todos los edificios de la ciudad, mientras Darío huye con Mirte entre los incendios y las ruinas. Buenos efectos especiales y buena labor de los numerosos extras.
Los dos momentos involuntariamente cómicos:
Darío grita al rey de Rodas en el circo que los fenicios conspiran para derrocarlo. Pero el rey, orgulloso, brama que no será así mientras le quede un instante de vida. Momento en que recibe un flechazo que lo deja seco.
Tireo ve como su ejército le abandona tras iniciarse el terremoto. “¡Cobardes!” exclama. Como todos huyen a los barcos, él también da la espantada: “Los alcanzaré”, dejando a su amada Diala más tirada que una colilla.