Me he quedado con la picha colgando al ver semejante flipe ochentero que no se ni donde colocar en mi memoria. Parece que me he metido un poco de "merca" junto con el gordito amigo de Topher Grace (Spiderman-3). Éste tipo de cine gamberro y de poca sustancia, pero de risa asegurada tiene un lugar en mi corazón de amante de los ochenta que veo por la tele, porque seguro estoy de que esos ochenta no eran los que fueron en realidad. Cualquier seguidor de mis críticas sabe mi gusto por la ficción y como desprecio la anodina realidad. Por cintas como ésta uno sigue viviendo y no se ha tirado por el puente de la infecta y pútrida ciudad donde vivo. Porque quiere ver más historias como éstas mientras lo más que uno consigue en ser aceptado en una mierda de Escuela de Arte de segunda división. Yo veo cine para ver como un pringadillo de tres al cuarto, pero tan inteligente como pocos, se folla en una cama elástica a la gran Tori Frederking (guapísima Teresa Palmer), y como se divierte de forma desenfrenada consiguiendo una GRAN NOCHE DE AÚPA. ¡El film es colosal! Pero no podrás tenerle el cariño que le tengo yo si no amas ese cine de los ochenta, donde toda tía tenía su pelo cardado lo más posible, donde la música de Dixie Midnight Runners con su único éxito: "Come on Eileen" puede sonar a toda pastilla en una fiesta, donde lo moderno es haber visto a los "Cazafantasmas" o haberse comprado la cazadora de cuero rojo de Michael Jackson en "Beat It".

Es un viaje alucinante. Un viaje inesperado dentro de una nueva película donde el bueno gana, donde el amigo anormal de turno se lo puede montar con una pelirroja que parece sacada del cine porno en un baño o donde te puede pedir perdón por follar con otro una Lucy Punch vestida de putilla al estilo Jane Jackson. ¿Qué amante de los ochenta y del cine de esa época no amaría una cinta como ésta? Actores muy aprovechables que se pasean por un film que se te hace tan corto como una vista al médico de la seguridad social. Con una Anna Faris con un pintalabios muy raro que hace de hermana de un Topher Grace que no se parece en nada a ella y un Michael Biehn que no veía desde la inicial "Terminator" del año 84... ¡Dios mio! Si pudiera entrar en un mundo de ensueño como lo hacía la Alicia del país de las maravillas elegiría esta historia escrita por el propio protagonista del film. Al menos, por Dios, deja que crea que ésto puede ser real. Qué maravilloso regalo de cumpleaños he recibido, de verdad.

Serenándome un poco te diré que: "Llévame a casa esta noche" es el título que venía en el film, la variante que le han puesto en esta web no sé a que se debe.