Esta película se sitúa en un punto intermedio entre las dos versiones anteriores. Si bien la primera entrega no es una película notable, era entretenida y cimentó el rol del bueno de Jason en sucesivos films de acción: su particular cara de oler mierda y su frialdad pensante para desenvolverse ante el peligro. En esta me parece que se olvidó del personaje y muestra ciertas dosis de humanidad, buen humor y displicencia que hacen que sea una mas del género, Obviamente que levantó la puntería (solo un poquito nomás) con respecto a la segunda. Lo cierto es que de acá a un par de años la vas a encontrar en las bateas de tu videoclub amigo al lado de las de Van Damme y las de Chuck Norris.