Una película de gangsters con alma de western con una gran narración, que pese a tener lagunas en el guión y no tener una gran historia entretiene, y mucho. Y la verdad, es que no pretende nada más que entretener a los amantes de la acción y el cine de gangsters; y todo eso gracias a la melodía seductora de los disparos bajo la lluvia y a Bruce Willis, que está en su línea, haciendo de tipo duro e irónico, nada nuevo, pero eso es lo que nos gusta de él.

El título de está película no hace más que recordarnos que realmente estamos ante un western, el último western o lo que es lo mismo el western más moderno.