Crowe y Phoenix. Geniales papeles los dos.

El emperador muere y no ve claro que su hijo sea el más adecuado para el trono, por lo que aconseja que se lleve a Roma a una república. Este es el inicio de toda una serie de guerras bajo capa y sonrisa muy al estilo de la Roma imperial donde un día te inclinaban la cabeza con respeto y al siguiente te la acuchillaban.

Máximo, un guerrero que tiene el honor por encima de muchas otras cosas (quizá demasiadas) y Cómodo, un hijo al que desborda la rabia por muchas cosas también, y en la mayoría de ellas influye de un modo u otro Máximo, claro.

Es una historia como tantas otras de una persona que se sabe fuerte y capaz pero que siempre se verá, y le harán verse, por detrás de otra que aparentemente lo consigue todo con pasmosa facilidad (aunque esto en realidad tampoco sea cierto del todo). Son personajes muy psicológicos, no creo que haya ningún malo porque sí. Todos intentan acercarse al árbol que más abriga...

Puesta en escena genial. Tras ver la película vete a ver ruinar romanas y métete en algún circo... la sensación es totalmente vertiginosa.