La película te engancha desde el primer momento y tiene muy bien integrado el toque macabro y humorístico de “Alex de la Iglesia” pero según nos acercamos al desenlace la historia pierde fuelle y lo que pudo ser una gran película, quedó renegado en algo pasable.
La interpretación está a la altura de lo esperado, un gran reparto que no decepciona y destacaría la interpretación de Mario Casas, que parece llamado a convertirse en un actor de primer nivel del cine Español.