La primera parte era un entretenido blockbuster que, salvando las kilométricas distancias, bebía mucho de Tiburón. Sin embargo en esta cinta han decidido que el espectador tenga que dejar el cerebro en casa para poder verla, ya no disfrutarla, solo verla. Me gustaría saber por qué se llama Megalodon si este es solo un mero secundario, no siquiera es el villano de la cinta.
Lo que podría haber sido una entretenida secuela de tiburones, se ha convertido en una cinta pobre e inverosímil cinta de acción sobre mercenarios y algunos tiburones que pasan por ahí de fondo para darle un sentido al título.