Acabo de ver "El Topo", y creo que es un film realizado y producido con ganas de provocar y epatar, de arrebatar y de asombrar. Es un film bestial, sangriento, alucinado y alucinante, con una banda sonora de tono suave y bucólico que contrasta de manera extraña con la crudeza de las imágenes que componen la historia que se cuenta, la historia de un pistolero llamado El Topo.

Asesinato, violencia, crueldad, humillación, violación, homosexualidad, racismo, odio, sadismo, masoquismo...Este film es un catálogo de barbaridades, una sucesión de excesos que emplea el marco de un western itinerante, típico del cine de Hollywood, precisamente para subvertir los códigos del cine más comercial y convencional. Los ataques a la religión acercan al film al cine de Buñuel, y la fuerza plástica y poética de algunas escenas y secuencias se mezcla con un afán transgresor que da al conjunto un aire surreal, casi fantástico.

Creo que es un film mitificado en exceso por el contexto cultural e histórico en el que surge, una "contracultura" que creó sus propios ritos y cultos, y sus propios films de culto, como éste. La cosmovisión de Jodorowsky se plasma en un mundo violento, sangriento, en el que la peripecia del pistolero protagonista, interpretado por el propio Jodorowsky, es representada como un viaje iniciático en el que las ideas de justicia y redención se pierden en un cúmulo de excesos, definidos por Eros y Tánatos.