"El canto del estireno" es un cortometraje realizado en 35 mm., y con fotografía en color, concretamente en un rutilante Eastmancolor, a tono con el tema, tan "moderno", de este film. Por otro lado, el formato de pantalla DyaliScope era un sistema francés de pantalla panorámica que se empleó en alguna película italiana de la época como "Hércules" (Le fatiche di Ercole, 1958), un péplum dirigido por Pietro Francisci y con Mario Bava en el cometido de director de fotografía. Este cortometraje de Resnais fue premiado con el Mercurio de Oro de la Mostra de Cine de Venecia de 1958.

"El canto del estireno" es, tanto o más que un documental sobre la fabricación de plásticos, un notable ejercicio de experimentación visual y formal -especialmente en sus primeras imágenes, compuestas por una sucesión, realmente fascinante, de una especie de ramas, hojas y flores que vemos crecer o moverse ante nuestros ojos, en una síntesis que parece enlazar un ensayo de cine experimental y un ensayo de cine de, pongamos por caso, ciencia-ficción- y una visión irónica de determinados aspectos de la civilización contemporánea, la del "desarrollismo" de la Europa de los años 50, a lo que contribuye el texto de Raymond Queneau, dicho por la voz del narrador, Pierre Dux. El mismo título ya es irónico en sí mismo.

Es un cortometraje muy estimable, y muy recomendable, que va más allá del concepto del aséptico documental sobre la fabricación de plásticos, uniendo experimentación y reflexión, esto es, estética y ética.