Una campaña publicitaria de proporciones épicas y un trailer tremendamente tramposo han conseguido generar un gran interés en la última película de Darren Aronofsky. Sin embargo, el trailer se calla algo que dicen en el segundo 30 del film, y que, desde el momento en que lo sabes, la historia pierde cualquier matiz de ser un thriller, una película de terror o un drama al uso.
"Madre!" es pedante, aburrida y tremendamente predecible. No comprendo como algún crítico ha señalado que es una historia que ofrece tantas interpretaciones como espectadores, porque no es así ni es la intención del director. Está muy claro lo que nos están contando, y, desde luego, es una historia de artistas hecha para artistas, pero artistas ombliguistas, academicistas y, sobre todo, pedantes. Si a esto le añadimos algunos toques de provocación gratuita a lo Lars von Trier, el resultado no puede resultar más esperpéntico.
Solo se salvan algunas interpretaciones (sobre todo las de Bardem, Harris y Pfeiffer; porque a Jennifer Lawrence se la ve muy limitada, pero claro, sostén tú ese despropósito de personaje...) y el apartado técnico. Todo el resto, para olvidar. Y no tardaremos mucho en olvidarlo.