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Voto de José Francisco:
6
Ciencia ficción Año 2044. El aumento de las tormentas solares ha convertido la superficie de la Tierra en un desierto radioactivo, reduciendo la población humana a 21 millones de personas. Jacq Vaucan (Antonio Banderas), un agente de seguros de una compañía de robótica, investiga un caso aparentemente rutinario cuando descubre algo que podría tener consecuencias decisivas para el futuro de la humanidad. (FILMAFFINITY)
23 de enero de 2015
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Autómata.

(Del automăta, t. f. de -tus, y este del gr. αὐτόματος, espontáneo).

1. m. Instrumento o aparato que encierra dentro de sí el mecanismo que le imprime determinados movimientos.
2. m. Máquina que imita la figura y los movimientos de un ser animado.
3. m. coloq. Persona estúpida o excesivamente débil, que se deja dirigir por otra.

Si tratáramos de rendir, en un solo repaso, el film a un escueto análisis, encontraríamos que su superficie es porosa, con puntos de vista aislados, ideas decrecientes que no encuentran su lugar, no encontramos caminos directos que nos cargue con alguna pasión intensa y efectiva. Un guión que se escribe a partir del encogimiento de las secuencias y de las acciones decisivas y da prioridad a la ambigüedad y a participaciones insípidas como si de un video juego se tratara, sólo puede suponer un protagonista con las mismas cualidades, tanto que nunca nos identificamos con él ni con el padecimiento que nos proporciona el sencillo rostro de las máquinas, hasta que éstas vital y gradualmente se liberan, la única emoción que nos embarga.

Paradójicamente, Antonio Banderas ejecutó su papel sólo como lo sabe hacer un buen actor, saturado, entre la actuación humilde de los demás personajes, por fantasmas holográficos y un espacio postapocalíptico donde el vigor, el optimismo y la fuerza solo se encuentran en la barbarie establecida. ¿Hay otra opción?, sí: el desarrollo de la inteligencia artificial, que el género de ciencia ficción ha explotado siempre como un caso elevado, único y fortuito entre las máquinas y que, en este film, también entre los humanos.

El ambiente distópico, el espacio degradado por la miseria y el vicio, la humanidad en un estado de animalidad deplorable, nos causan más aversión que el estado de esclavitud de los autómatas, nido desértico y radioactivo de los únicos que podrían cambiar esta situación, dado la armonía de la música clásica con que son presentados en el film. Lo que en boca de la Dra. Dupre, nos dice: “La auto reparación implica la idea de una conciencia”.

Pese a lo dicho, Jacq Vaucan es un héroe atípico, sacado de una novela existencialista, no espera nada, no anhela nada, no reconoce nada, ni siquiera al ser testigo de un suicidio, solo lo anima el contenido de los reiterados flashback sobre su pasado. Me pregunto qué hubiera sido del film, si el papel del antagonista le fuera dado la oportunidad y el tiempo de vivir como el líder de los autómatas quería. Sin embargo, me quedo con el pesimismo de la distopía, quizá Jacq Vaucan vio las cosas tal como son.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
José Francisco
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