Sumario

Más allá de su ambiciosa agenda de temas tecnológicos, científicos y filosóficos y de su ritmo a veces francamente moroso, la miniserie de Alex Garland se impone sobre todo por su andamiaje estético y su creativa estructura narrativa: el bello y elegante diseño visual de Devs y una banda sonora extraordinaria crean una experiencia estética totalmente inmersiva e hipnótica que nos mantendrá atrapados.

Reseña

Lily (Sonoya Mizuno) y Sergei (Karl Glusman) son una joven pareja que trabaja en Amaya, una gran empresa dedicada al desarrollo de la inteligencia artificial. Pero Sergei es pronto promovido a una división de desarrollo de un programa secreto llamada Devs (developments), lo cual traerá consecuencias imprevisibles para la pareja.
La miniserie de Alex Garland plantea varios interrogantes, en primer lugar ¿qué es lo que investigan en Devs? ¿Hasta dónde pueden llegar para mantener el secreto y por qué?

No es fácil analizar esta serie, pero procuraré desmontarla (sin spoiler, por supuesto).

En primer lugar, el género: claramente se trata de ciencia ficción high tech con un importante componente de tecno- thriller. Pero una ciencia ficción atravesada por planteos filosóficos y científicos: el determinismo versus el libre albedrío, el duelo, la muerte, el tiempo, la realidad y su representación, la inteligencia artificial, la computación cuántica, los multiversos; Devs tiene algo de El túnel del tiempo y de caverna de Platón. Y también, claro, se trata del mesianismo y el poder de los magnates y empresas tecnológicas y sus desarrollos fuera de control, encarnados en Forest (Nick Offerman) y la gélida Katie (Alison Pill).

Todos estos temas se hallan explicitados en diálogos (muchas veces bastante graves o sentenciosos), en los dispositivos tecnológicos implicados (presentados de forma elegante y estilizada), en las conductas y motivaciones de los personajes, erigidos en voceros o actores de posturas contrapuestas con tensiones crecientes entre ellas o en notables soluciones visuales resueltas como videoclips musicales, que a veces funcionan como prólogos de los capítulos que le otorgan originalidad a la estructura narrativa.

Luego de un capitulo 1 fascinante, la serie se desliza hacia un ritmo moroso, a veces hipnótico, a veces deliberadamente letárgico, salpicado por escenas muy violentas, pero sin perder su hilo conductor. Algo así como un cruce entre Black Mirror, Tales from the Loop y Tarkovsky. Pero sobre todo, muy Alex Garland.
Pero considero que la gran fortaleza de la serie es su andamiaje estético: el bello y elegante diseño visual de Devs y una banda sonora extraordinaria crean una experiencia estética totalmente inmersiva que nos mantendrá atrapados.