Surrealismo, esto es lo que nos aporta esta película. No del bueno, sino del que finge que todo tiene sentido mientras que toda la trama se escribe de forma aleatoria y todo es una locura bastante potente ocurriendo mientras que las interpretaciones son como si todos los personajes fueron robots programados para tener presuntas interacciones humanas mientras usan un léxico que no todo ser se puede permitir utilizar en sus bien hallados días sobre nuestro mundo grandilocuente y efímero. Nadie habla como se supone que hablaría una persona en su lugar, todos son como máquinas aparentando ser humanos y teniendo conversaciones a un nivel más tonto de lo que supuestamente deberían sus personajes o a un nivel superior al esperado como niños charlando sobre la grandilocuencia de acontecimientos o sobre tener relaciones significativas... E incluso en momentos de riesgo hablando con expresiones llenas de carencias de naturalidad como que no podemos quedarnos como observadores ajenos... Nadie habla así, solo una máquina tratando imitar a los humanos usaría expresiones tan surrealistas en las situaciones propuestas.
Las interpretaciones están completamente mal en esta película, la trama está escrita de forma surrealista y perecedera. Audiovisualmente es muy estándar y no logra destacar a pesar de los esfuerzos invertidos por Shyamalan que siempre trata sorprendernos con grandes y novedosas propuestas aunque a veces, como con esta, surrealistas y con un resultado fallido pero que sirve como experiencia para lograr en un futuro realizar obras mejores que la presente.

¿La recomiendo?
Mejor iros a ver Múltiple, El protegido, Glass... Ya saben ustedes, me refiero a que mejor se vean las películas de buena o muy buena calidad de Shyamalan antes que la de la presente crítica.