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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
7
Drama Adaptación del musical homónimo, que ganó un premio Emmy. Narra la historia de cuatro jóvenes de Nueva Jersey que iban por mal camino hasta que se unieron para crear el icónico grupo musical The Four Seasons”, liderado por Frankie Valli. La historia de sus esfuerzos, disputas y triunfos va acompañada de las canciones que influyeron en toda una generación. (FILMAFFINITY)
4 de febrero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Clint Eastwood sigue en la brecha pese a su edad (84 años). Tras mostrarnos la vida de una de las figuras más importantes en la política norteamericana como J. Edgar, y tras volver a ponerse a las órdenes de otro director ("Golpe de Efecto"), en esta ocasión vuelve a sobre una de las constantes de su carrera que es la música, contando la historia de un grupo musical que tuvo su trascendencia entre los 50 y los 60, los "Four Seasons" y más concretamente centrándose en la figura de su cantante Frankie Vallie.

Eastwood y la música han tenido una relación muy estrecha. No hay que olvidar films como "El aventurero de medianoche" (1982) que giraba alrededor del country o "Bird" (1988) sobre la vida de Charlie Parker, al margen que en sus películas la banda sonora siempre ha sido un aspecto que el actor/realizador ha concedido un espacio importante. A pesar de lo cual, y sabiendo que sus gustos musicales reconocidos giran alrededor del jazz, el blues y el country, sorprende que haya adaptado la historia de un grupo musical más bien "popero", cuyas creaciones más conocidas son baladas o medios tiempos de ritmos suaves y poco distorsionantes.

De hecho, hay que tener en cuenta que la fuente de la que bebe este film de Eastwood es un musical de Broadway escrito por Marshall Brickman y Rick Elice, los cuales también son los firmantes del guion de esta película. Sin embargo, La voluntad de la película, y por extensión del propio Eastwood no es hacer un musical en su máxima expresión. Es decir, no veremos de repente ponerse a cantar y bailar a los actores escenificando algún pasaje concreto de su vida, sino que cada vez que vemos a los Four Seasons o a Frankie Vallie (John Lloyd Young quien también da vida a Vallie en Broadway) cantar es encima de un escenario interpretando su repertorio para el público. La trama del film viene a narrar la gestación del grupo, su éxito y los diversos problemas que les llevaron a su disgregación debido a asuntos turbios de uno de los integrantes, Tommy De vito (Vincent Piazza), con la mafia. De hecho la trama se detiene a menudo en la relación de varios de los integrantes del grupo con el mafioso Gyp DeCarlo (Christopher Walken).

De entrada, se podría afirmar, una vez visionado, que no parece una "película de Eastwood". El estilo musical de los Four Seasons o de Frankie Valli en solitario está bastante alejado de los gustos del realizador, por otro lado, no hay un proceso autodestructivo por parte de personajes con un talento tan grande como el de sus adicciones. No vemos a ninguno de sus miembros flirtear con los excesos de alcohol o las drogas, únicamente, y pasando bastante de puntillas, las relaciones extramaritales de algunos de sus miembros durante las giras, y ni siquiera la relación con la mafia, pasa a mayores. Bueno, es cierto que tuvieron algunos problemas, pero más a que temas de mafias, se relaciona cono una gestión deficiente por parte Tommy De Vito. Incluso da la sensación que se desaprovecha la presencia del siempre eficiente Walken, componiendo el lado más humano de un mafioso. La sensación general que produce todo esto es que se trata de un encargo más que de una película personal de Eastwood. El realizador siempre se ha sentido más cómodo retratando a perdedores o a personas que se enfrentan a un sistema corrompido y en esta ocasión parece notarse una cierta desgana o si se prefiere una considerable monotonía en varios pasajes de la película.

Esto no quiere decir que Eastwood haya realizado una mala película. Ni mucho menos. Su puesta en escena sigue siendo tan ejemplar como siempre (no parece que se haya esmerado en el decorado ni en la ambientación pero en realidad hay un trabajo sordo detrás), su forma de filmar sigue respondiendo al apelativo que Eastwood es "el último cineasta clásico". sin aristas ni estridencias. Pero la cuestión es que se echa de menos una mayor mordiente, la presencia de su espíritu crítico y combativo en lo que no deja de ser una recreación para la gran pantalla de la historia de un grupo musical de los 60 que su vez adaptó Broadway. Eastwood cumple con su papel pero más allá de su buen hacer como cinesta apenas aporta nada de su propia cosecha a la historia. Quizás hacia el final, cuando los personajes aparecen avejentados de una forma tan artificial que es notorio que están maquillados, como si quisiera hacernos caer que lo que acabamos de ver no dejar de ser una representación es el único momento puramente Eastwood que ha dejado en este film.

A pesar que da la sensación que el realizador filma con el piloto automático, la impresión de ser una película plana y lineal, sin aristas, esto sólo quiere decir que la expectativa con las películas que firma Eastwood es excesivamente alta. Una película de Eastwood no puede ser nunca mala. No hay que desmerecer su buen hacer tras la cámara y quizás habrá que esperar a que consiga sacar adelante algún proyecto más personal para que su sello se vea claramente.
manulynk
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