Realizada y protagonizada por Joseph Gordon-Levitt, el film trata de lo que llamaríamos el típico ligón de discoteca (interpretado por el propio Gordon-Levitt) que cada fin de semana se va con una mujer diferente, hasta que conoce a Bárbara (Scarlett Johanson), la mujer 10 con la que entabla una relación más duradera. El problema es que la otra afición de Jon es ver pornografía por internet. Lo que no es del agrado de su nueva novia.

Con semejante argumento, cualquiera puede pensar que se trata de la típica comedia "made in Hollywood" como las que suelen llegar periódicamente a nuestra pantallas. sin embargo, hay que reconocerle a Gordon-Levitt que en una primera lectura, podríamos llegar a la conclusión que se trata de un film comercial, realizado para el auto-lucimiento de Joseph Gordon-Levitt y de Scarlett Johanson. Sin embargo, bajo esa apariencia de comedia ligera, el realizador-guionista y también protagonista del film, esconde una mirada interesante y una forma de contar la historia que trata de huir de los estándares habituales.

Para empezar se nota que Gordon-Levitt ha trabajado bien el guión. Tiene muy claro lo que quiere contar y como hacerlo, y no se pierde en escenas innecesarias ni de relleno. Por otro lado es interesante como filma ciertas repeticiones para dar una sensación de algo rutinario, casi mecánico, y como dichas repeticiones desaparecen en el momento en que el protagonista principal, Jon abre los ojos, aunque la palabra apropiada sea "liberarse".

De alguna forma, el personaje que interpreta Gordon-Levitt es un personaje que se puede considerar como atrapado, entre su educación religiosa (son diversas las veces que le vemos ir a misa con la familia y confesarse reconociendo los ligues que ha tenido, que ha visto porno y las veces que se ha masturbado) y sus propios deseo. Es más pese a que consigue llevarse a la cama a mujeres despampantes cada noche que sale, el sexo no le acaba de satisfacer, no al menos como se lo imagina en los mundos virtuales de internet, y ese escape lo considera como una especie de pecado como algo no correcto, influido por la educación de sus padres (por cierto que son excelentes los momentos en los que aparece el padre de Jon interpretado por Tony Danza). Hasta cierto momento del film, Jon se mantiene dentro del camino que debe seguir todo norteamericano que se precie: encontrar a la mujer de su vida, sentar la cabeza, conseguir un buen empleo, tener hijo.....Lo que supone el personaje de Bárbara es todo eso, de hecho es ella la que poco a poco va transformando a su novio, siguiendo una especie de plan pre-establecido, alejándolo de sus amigos juerguistas, obligándole a matricularse en una escuela para adultos, realizando las visitas familiares de rigor. Sin embargo todo empieza a cambiar cuando conoce a Esther (Julianne Moore), una mujer mayor que él, que le abrirá los ojos acerca de muchas cosas. A fin de cuentas, ella ya se conoce el camino.

En definitiva, Gordon-Levitt nos ofrece un film interesante, que no va a cambiar la historia del cine pero que tiene más dobleces y profundidad de las que aparenta y un cuidado al entorno y contexto muy a tener en cuenta y que nos deja alguna que otra secuencia el recuerdo.