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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
8
Documental Documental sobre Anvil, la banda más popular del heavy metal canadiense. Entre 2005 y 2006 Gervasi filmó algunos shows de la banda y también entrevistó a algunos amigos de Anvil. Cuando consideró que ya tenía suficiente material, estrenó el documental. Se estrenó en el festival Sundance y obtuvo una excelente acogida por parte de la crítica. (FILMAFFINITY)
4 de enero de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sacha Gervasi, un fan de Anvil, una de estas bandas cuyos sueños de triunfar se quedaron en el arcén de la autopista hacia el éxito, ha dirigido un documental sobre una grupo de música que, pese a tener todos los elementos requeridos para llegar a lo más alto (buen sonido, actitud, compromiso, buen directo, ganas....) no lo consiguieron. El inicio del documental no puede ser más cruel con los componentes de la banda: las imágenes nos situan en los años 80, durante la celebración de un festival en el que tocaron para miles de personas, mientras, figuras conocidas del mundo musical hablan a cámara de los buenos que eran, lo bien que tocaban, la admiración que sentían por ellos.....

Sin embargo, tras un fundido en negro, damos un salto de más de 20 años, y contemplamos como los dos miembros originales de la banda, el cantante Steve "Lips" Kudlow y el batería Robb Reiner, viven en su Canadá local llevando una vida de lo más rutinaria, alejados no sólo de los grandes escenarios, sino casi del mundo. Por un momento podemos pensar que vamos a asistir al patético espectáculo de dos fracasados que rondan los 50 años, y se niegan a asumir que su momento ha pasado, considerándose estrellas y viviendo en un mundo irreal de fantasia creado por ellos.

Pero no. Durante unos instantes, llega a cruzar ese pensamiento por nuestras cabezas. De hecho, las cotas más altas del patetismo de este documental se alcanzan durante la caótica gira europea, organizada por una manager “amateur”, en la que asistimos a todo un catálogo de trenes perdidos, retrasos en los conciertos, clubs de mala muerte prácticamente vacios, enfrentamientos con dueños que no quieren pagar...etc. Vamos un poco de Anvil’s life en su más puro estado, en el que empezamos a entender que en el negocio musical no basta con sonar bien.

Siguendo cámara en mano las vidas normales y corrientes que llevan “Lips” y Reiner, los comentarios de sus familiares y sobretodo su relación personal, Gervasi traza un retrato muy humano de dos personas que no piensan rendirse nunca. Por ello, el segundo tramo de este documental narra las dificultades que ambos tienen que afrontar por poner en marcha la grabación de lo que sería su disco número 13. Es aquí donde el realizador nos ha ganado para su causa, empezamos a sufrir con ellos los diversos contratiempos que deben afrontar queremos que consigan el éxito que se les negó en los 80, e incluso deseamos con toda nuestra alma que el concierto que tienen que dar en Japón esté lleno, pese a que la organización se lo coloca a las 11 de la mañana.

La historia nos acaba llegando no tanto por su música como la actitud de sus protagonistas, su ilusión, sus ganas, su voluntad de superar obstáculos, sus contratiempos, sus dificultades, etc. Estas actitudes son universales para todos, por lo que cualquier espectador, admirador o no del grupo o del estilo musical se sentirá atrapado por el especial universo que recrea Gervasi.
manulynk
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