Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de manulynk:
9
Drama. Intriga Al poco tiempo de perder a su esposa Rebeca, el aristócrata inglés Maxim De Winter conoce en Montecarlo a una joven humilde, dama de compañía de una señora americana. De Winter y la joven se casan y se van a vivir a Inglaterra, a la mansión de Manderley, residencia habitual de Maxim. La nueva señora De Winter se da cuenta muy pronto de que todo allí está impregnado del recuerdo de Rebeca. (FILMAFFINITY)
6 de julio de 2008
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
De la mano de David O. Selznick, el realizador Alfred Hitchcock cruzaba el charco y nos ofrecía su primera película en "la tierra prometida".

Desde el inicio acompañando sus primeras imágenes con las notas de Frank Waxman, Hitchcock deja bien claro no vamos a ver una comedia precisamente. Un travelling atraviesa una cerca cerrada y serpentea de noche por un camino abandonado, mientras la voz en "off" de la protagonista comienza con una frase para la posteridad ("Anoche soñé que volvía a Manderley"). Y entonces vemos la mansión, en ruinas, como una presencia amenazadora, tétrica y siniestra, que la sensación que allí ocurrió algo estremecedor.

Tras este brillante inicio, Hitchcock va desvelando la trama, que comienza con la historia de "amor" entre la protagonista, interpretada por Joan Fontaine, y Max (Lawrence Olivier), en Montecarl. Hitchcock aprovecha estos primeros minutos para definir a sus personajes, ella una joven ingenua, y casi anónima (no llegamos a saber su nombre en ningún momento del film), y él atormentado por el pasado y por el recuerdo de su difunta mujer.

El film gira alrededor de una persona muerta, la Rebeca del título, eje sobre el que basculan todos los personajes, y de cuyo recuerdo se encarga de mantener su ama de llaves, la Sra. Danvers (impresionante Judith Anderson). El director no se preocupa de mostrarnos ningún "flashback" de la desaparecida, limitándose a construir la trama y la puesta en escena alrededor de su ausencia, más que de su presencia física. No sólo Rebeca es un personaje que sin que lo veamos, está presente, también Manderley, la mansión es casi un personaje más. Una presencia siniestra y poco acogedora para la segunda Sra. de Winters (reforzado por el hecho que el film expone su punto de vista), ya que el caserón era el territorio de Rebeca, y cualquiera que intente ocupar su lugar es una amenaza.

Brillante film, uno más, el de Hithcock, construido a partir de la ausencia, e ilustrado con una intriga y suspense que giran alrededor de la ausente y de los hechos que la llevaron a la muerte. Manteniendo en todo momento el pulso y el tono siniestro, con que ya nos marcó al inicio del film. Por otro lado, más que las interpretaciones de los dos personajes principales, que están perfectos en sus papeles, destacaría la de los secundarios que enriquecen profundamente la historia y vehicula el film hacia el tono exacto que quiere dar su director a esta película. Si bien, todo el mundo recuerda al ama de llaves (Judith Anderson), no hay que olvidarse de la breve, pero intensa, presencia de Florence Baters ni de la estupenda interpretación de un personaje típicamente "hitchconiano" que nos ofrece George Sanders.

Una película cuya presencia entre las más grandes del cine está plenamente justificada.
manulynk
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow