Bonnie y Clyde o Thelma y Louise tienen unos nuevos socios en su club.
Alyssa y James vienen para cambiar tu vida y, ya de paso, hacerte reír a carcajadas.
The end of the f***ing world es una de las mejores series o miniseries hechas en mucho tiempo. Es divertida, divertidísima, de hecho. Es negra. Es dramática. Tiene personajes maravillosamente desarrollados (atención a las dos detectives a quienes dan vida unas excelentes Gemma Whelan y Wunmi Mosaku, al padre de Alyssa, a Frodo el de la gasolinera, a Topher o al amable encargado de seguridad de la tienda en la que intenta robar la protagonista). Aprovecha maravillosamente sus 20 minutos de episodio sin perder un segundo, haciendo que pasen un montón de cosas en un periodo de tiempo tan limitado, y entendiendo que su principal valor es precisamente ese running time tan ajustado (más minutos hubieran sido excesivo. Dura lo que tiene que durar). Y sobre todo, tiene una pareja explosiva con una química que hace que sea imposible despegar los ojos de la pantalla. Porque Alex Lawther y Jessica Barden están sencillamente soberbios, él como el silencioso y aparentemente pusilánime James y ella como la malhablada e impulsiva Alyssa.
Un triunfo. Inteligente, brillante, entretenidísima y 100% recomendable.