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Voto de Sibila de Delfos:
7
Intriga Un joven llamado Todd Bowden (Brad Renfro) descubre que un anciano del vecindario (Ian McKellen) es un antiguo miembro de las S.S. El tenebroso asunto no hace sino excitar la curiosidad del muchacho, que se deja seducir por los terribles relatos de su nuevo "amigo"... (FILMAFFINITY)
27 de mayo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de embarcarse en la odisea de llevar a los mutantes de X Men a la gran pantalla (y a Superman), Brian Singer hacía películas muy alejadas del fandom como Sospechosos habituales o esta Verano de corrupción, una cinta muy bien escrita y dirigida que detalla lo que sucede cuando un adolescente ya de por sí perturbado se obsesiona con un criminal. Es malsana, inquietante, turbadora y desagradable (en el buen sentido de la palabra, si es que lo tiene) hasta casi el extremo, y su atmósfera se va haciendo cada vez más y más agobiante.
La película no es perfecta. De hecho, se termina haciendo bastante pesada por la sencilla razón de que le sobran quince minutos y que el ritmo es demasiado irregular, sobre todo al principio de su segunda hora (esos son los 15 minutos que le sobran). Aparte, hay cosas que no terminan de cuadrar, como la enorme casualidad por la que es finalmente reconocido Dussander como criminal de guerra. Pero con todo, es necesario reconocerla como un gran trabajo de Singer.
Brad Renfro está maravilloso en la piel de Todd, uno de esos personajes inquietantes y con una enfermiza adicción al morbo a los que no cuesta imaginar en la vida real provocando una matanza en su instituto. Quizá por eso da tanto miedo. O quizá es porque Renfro tenía un talento increíble que él mismo tiró por el retrete al entregar su vida a la delincuencia y las drogas. Su temprana, triste y anunciada muerte nos privó de ver qué más cosas hubiera podido hacer de haberse mantenido sobrio y en el camino correcto. A su lado, Ian McKellen brinda una de las mejores y más espeluznantes interpretaciones de su carrera. Está sencillamente arrebatador y da auténtico miedo, que es de lo que se trataba.
En definitiva, una gran película impregnada del ambiente malsano que caracteriza al autor de la historia en que se basa. Pero qué más cabía esperar. Es Stephen King.

Lo mejor: Ian McKellen, Brad Renfro y lo turbadora que resulta.
Lo peor: El ritmo es muy irregular y se hace larga
Sibila de Delfos
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