Los años 90 fueron la época dorada de las adaptaciones de novelas de John Grisham, el maestro moderno del thriller legal y criminal. Curiosamente, desde 2004 no ha vuelto a adaptarse ninguna...
James Foley, que tiene en su haber la realización de unos cuantos videoclips de Madonna en su etapa ochentera y películas tan interesantes como Glengarry Glen Ross o El corruptor (además de otras tan infumables como Pasión obsesiva o las secuelas de la infame saga 50 Sombras... ya saben, unas de cal y otras de arena), fue el encargado de dirigir Cámara sellada, un denso drama sobre cómo el odio destruye a una familia entera, de generación en generación. Lástima que semejante mensaje no case demasiado bien ni con que el espectador deba sentir alguna simpatía por el personaje de Gene Hackman ni tampoco con el mensaje anti pena de muerte que quiere defender. Lástima también que Chris O'Donnell no tuviera un talento a la altura de su privilegiado y angelical físico. Tiene trabajos más finos, como los de Amor loco, Esencia de mujer (el mejor de su carrera, de hecho) o Tomates verdes fritos, pero este rol sencillamente le queda grande (ver sus caras cuando corre, desesperado, por la cárcel cuando llega el final).
No es una de las mejores adaptaciones de John Grisham. Probablemente tampoco sea una de sus mejores novelas.

Lo mejor: Su estilo de thriller criminal de los 90, y que entretiene.
Lo peor: Tiene un cierto aire de telefilme en su producción (como muchos dramas y thrillers legales de los 90), y es cierto que resulta algo manipuladora.