Todavía al escribir estas líneas sigo sin tener claro si esta película es una genialidad en el subgénero de los viajes temporales, o se trata de una absoluta locura. Lo que no se puede negar es que el punto de partida es fascinante, sobre todo como de una idea tan básica se puede ir construyendo pieza sobre pieza (o minuto sobre minuto, en nuestro caso) hasta conseguir montar una trama mínimamente razonable.

Conviene avisar de que la producción se acerca mucho más a un trabajo de fin de curso de alguna escuela de cine, que a una producción elegante y estilizada, aunque esa mezcla de inocencia y amateurismo sirve de envoltorio perfecto para lo que estamos viendo ya que cualquier plantemiento serio daría al traste con la película, Resumiendo, si eres fan de las paradojas temporales no te puedes perder esta propuesta tan disparatada y refrescante al mismo tiempo, o con dos minutos de diferencia...

Lo mejor: La idea tan básica y sencilla que sirve de soporte a toda la película.

Lo peor: Es cierto que cinematográficamente tiene muchos defectos y carencias, pero la verdad es que pasa a un segundo plano cuando te dejas llevar la historia

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