Buena película española, aunque claramente vasca en cuanto a distintos factores, como el idioma, la temática, idiosincrasia y filosofía, que narra de una forma sobria pero no exenta de fuerza dramática, la historia de una madre separada y su hija, que han vivido bajo el mismo techo pero no se conocen en absoluto.
Daniel Pérez Sañudo filma de forma concisa en cuanto a utilización de los distintos elementos con los que cuenta, pero gracias a la soberbia interpretación de Patricia López Arnáiz, la cinta está llena de vida y rigor dramático.
Sañudo, en su primer largometraje, sabe contar lo básico y más importante, manteniendo la intriga desde el comienzo hasta el final, no siendo nada complaciente con el espectador y resultando honesto sin traicionar la historia en todo momento.
Un buen guión, que avanza inexorablemente hacia la verdad, una verdad amarga y dolorosa, angustiosa e hiriente, narrando una realidad no tan antigua, que todavía muestra heridas profundas sin cicatrizar.

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