Coproducción entre Italia y España (los Balcázar estaban metidos en el entuerto), mala de solemnidad, aburrida hasta la exasperación y de una cutrez y falta de rigor insuperables.

Podría, además, haber sido más corta, como muchas del mismo simpático subgénero, pero no, es stándard y se hace eterna.

Todo son chorradas, desde las escenas de acción hasta los paupérrimos diálogos, lo mismo que las inexistentes interpretaciones, donde pena da ver al entrañable "Cuky" televisivo Edd Byrnes, acompañando a dos menos que mediocres actores, como son nuestro George Martin, que por lo menos se metió a productor, y al uruguayo afincado en Italia, George Hilton, ambos con muy buena planta, eso sí.

Y qué decir de nuestra bella y siempre agradable Mónica Randall... pues que pena da contemplar cómo se desperdicia su físico y sus innegables cualidades interpretativas, aquí inexistentes. Pequeñito personaje, que desaparece (no quiere decir que muere) sin ton ni son.

Ni siquiera la fotografía es buena, aunque se salva la música de Carlos Pes.

Escenarios de Roma y Almería.

Lamentable coproducción, de aquellas que ensombrecieron un (sub) género que no obstante lo recordamos con cariño y al que siempre le doy una oportunidad (en este caso inmerecida).

Por cierto, en el IMDB le ponen un ¡7,10! de media. De descojono (este comentario la hice cuando la vi, hace ya unos cuantos años. Ahora compruebo que en el IMDB le dan un 5,6.).

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