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España España · Barcelona
Voto de Tombol:
7
Drama Cabiria es una prostituta que ejerce como tal en uno de los barrios más pobres de Roma. Sueña, sin embargo, con encontrar el amor verdadero, un hombre que la aparte de la calle y a quien pueda entregarse en cuerpo y alma. Su bondad y su ingenuidad la convierten en víctima propicia de sucesivos vividores que se aprovechan de ella, le roban y la golpean. A pesar de sus fracasos, recobra la esperanza una y otra vez. (FILMAFFINITY)
19 de mayo de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con un análisis superficial, nos quedaremos fácilmente con lo siguiente:
- Cabiria, una chica sencilla, se acerca más al dibujo de una niña que de una prostituta.
- Cabiria, una víctima de la sociedad, de los hombres, del sistema económico.
- La clase pobre, pura, cachonda, inocente básicamente.
- La religión, con sus creencias engañabobos, con su mentira intrínseca.
- El dinero, esa otra religión que lo mueve todo, que te sumerge en el pozo.
- Los hombres, como sexo masculino, mayormente seres peligrosos, seres en los que desconfiar.

Ventanas abiertas en el chamizo,
te levantas, el cielo está plomizo,
maquillada estás más guapa,
te entregas al más "gualdrapas"

Con la ley de la atracción, apoyada con la ley de responsabilidad personal, tenemos otras deducciones:
- Cabiria, en su vida personal, atrae a un tipo de hombres. Ella es el imán. Por eso se repite su historia.
- Cabiria necesita aprender algo, y hasta que no lo aprenda, a repetir.
- Más que aprender, necesita evolucionar, crecer. La inocencia tontorrona es dañina.
- Cabiria atrae desde la carencia, no desde la bondad. Atrae lo que cree, la pobreza y la soledad.
- Somos responsables de repetir nuestra historia.
- Si hay mujeres inocentes, hay hombres inocentes.
- Tenemos más capacidad de decidir sobre nuestra vida de lo que nos dicen las ideologías salvadoras.
- La religión a unos les sirve y a otros no. La religión, sin acción ni conciencia interior, no sirve de nada.

¡ Recemos juntos, hermanos!
¡La situación se nos va de las manos!
¡En la calle está la vida!
¡No te metas en fregados!

"Las noches de Cabiria" tiene el oficio que da un gran director. Se maneja desde el terreno emocional, desde la inocencia de la protagonista, desde la algarabía del pueblo llano, desde la aridez de la tierra baldía. Ese brío emocional puede ser disfrutable pero nos puede hacer caer en reflexiones victimistas. En mi opinión, la película está bellamente realizada pero lleva fácilmente a reflexiones equivocadas. Un 7,1.
Tombol
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