Esta película se estreno un día de 1996, dirigiendo el director Dennis Dugan.

Ésta, abajo de "Un Papá genial" es la sexta película de Adam Sanlder y, en lo personal esta película no tiene nada qué ofrecer. Tiene un guión mediocre, actuaciones pésimas, irrealismo, inmadurez, entre otras cosas más. El chiste de “Soy un jugador de jockey, mi novia me abandonó y mi abuelita está en la calle y tengo que ganar dinero” es absurdo. El nombre Happy le dio el poder de jugar golf profesionalmente, ¿más realismo que The Matrix? no lo creo.

Fuera de esto, es imposible criticarla, ni con los mejores argumentos, no cuenten con ello. El cine es para variarle, no es para solo ver el mismo tema ganador del Oscar y eso es lo que menos se espera de Happy Gilmore. Hablando de lo bueno, pasé los primeros 80 minutos entretenido, no divirtiéndome puesto a que la inmadurez en la película es grande, pero si dando algunas pequeñas risas que me bastaron para decir “La película está más o menos y es entretenida” y eso es suficiente para mí.

La película la vi porque me la prestó un amigo mío puesto a que yo quería ver las películas de Adam Sandler y así como para una recomendación les diría que si les gustan las películas verdaderamente estúpidas, vayan corriendo al Blockbuster más cercano y renten Happy Gilmore. Ahora si les gusta variar el cine y entretenerse “felíz” una hora y media pueden esperarla en la televisión, pueden pedirla a algún amigo cinéfilo suyo o bien pueden rentarla donde mismo.

“Él no juega golf. Lo destruye” - Happy Gilmore.