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Voto de juanantlopez:
5
Comedia Ozzie Cox (John Malkovich) es un agente de la CIA que está escribiendo sus memorias en un CD, pero pierde y va a parar a manos de los empleados de un gimnasio (Brad Pitt y Frances McDormand), gente muy simplona que intenta chantajear a Cox. La CIA acaba interviniendo y el asunto se complica cuando el chico del gimnasio se encuentra con el amante (George Clooney) de la mujer de Cox. Basada en la novela "Burn Before Reading: Presidents, ... [+]
26 de octubre de 2008
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos la han vendido muy bien. Son los hermanos Coen, con un reparto apabullante y una comedia que promete burlarse del cine de espías a base de personajes completamente estúpidos. Tenía buena pinta, para qué negarlo, y uno va a verla de muy buena gana, esperando lo mejor. Y al salir de la sala uno tiene que reconocer que no es tan fiera la película como la pintan, y me duele decirlo de unos cineastas tan queridos por mí como son los hermanos Coen.
En pocas palabras, Quemar después de leer es de esas películas que dan pie a pensar que todos los que han participado en la película se lo han pasado mejor haciéndola que el espectador viéndola. Se nota el buen rollo entre los actores, las ganas de pasarlo bien, pero eso no mejora un guión que parece castrado, al que parece que se le ha arrebatado buena parte de la gracia que debería tener. Todos los actores, deliberadamente, están sobreactuados, parecen caricaturas de sí mismos (qué decir del estupidísimo personaje de un Brad Pitt sin complejos); ese exceso te hace gracia al principio, pero al final conduce a un batiburrillo final, donde da la impresión de que a los Coen se les había atascado la historia y no sabían por dónde salir. También es verdad que no falta el toque Coen, pero se nota que es una película muy ligera, llena de idiotas pero no para idiotas, pero a la que le falta un poco de solidez y un poco más de espíritu gamberro. En definitiva, es pasable en todos los aspectos y poco destacable en ninguno. Hay detalles geniales, pero no nos llena como lo hacen las grandes películas. Yo me esperaba un salto al vacío, una verdadera oda a la estupidez que sólo puede hacerse desde la más completa inteligencia. De los Coen se podía esperar perfectamente, pero no han terminado de dárnoslo. Seguramente tenían esa intención, pero esta vez los Coen no han encontrado el camino.
juanantlopez
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