Salimos del cine y en cinco minutos nadie fue capaz de articular palabra, estupefactos ante el espectáculo que acabábamos de contemplar, recreandonos aún en tan maravilloso y tan técnicamente perfecto último producto de Pixar.

Desde luego, no sabía lo que iba a ver, las películas de Pixar son garantía de diversión y ejecución técnica exquisita, pero de nada sirve eso si lo que nos cuenta nada nos interesa o emociona. "Ratatouille" en cambio no es solamente una película para niños, si no que va mucho más allá y ofrece muchas más lecturas con el buen hacer con que sabe Pixar exponernos sus historias, y esta vez la combinación de técnica hiperrealista y narración conmovedora la convierten en maravillosa a falta de mejores palabras.

Es por ello su argumento un canto a la esperanza, a la persecución de los sueños y al afán de superación personal, servido con el mejor gusto posible, tan disfrutable para pequeños como para grandes y emotiva a más no poder en su tramo final, sin nunca olvidar la diversión que caracteriza a los productos de Pixar y a sus personajes tan carismáticos (es difícil no enamorarse de Colette aún siendo un dibujo animado).

¡Bravo Pixar! Una vez más nos dejáis maravillados con vuestro buen saber hacer y vuestro magistral dominio de la técnica de animación. Con títulos anteriores tan carismáticos como "Los increíbles" parecía difícil superarse, pero una vez más, lo habéis conseguido.

Maravillosa.

"Todo el mundo puede cocinar"