Los hermanos Russo vuelven a la carga tras Infinity War y Endgame, y lo hacen de nuevo con Tom Holland para contar esta historia sobre un chico que regresa traumatizado de Irak y se vuelve drogadicto.
La trama deja bastante que desear. Es un poco caótica, quiere ser demasiadas cosas a la vez en plan Forrest Gump y no siempre sale bien; aunque el conjunto funciona. La primera parte y toda la de las drogas son las que más me han gustado; en cuánto a la del ejército, la parte de guerra bien, pero la de instrucción es básicamente La Chaqueta Metálica peor. El último acto un poco largo para mi gusto. En general, la duración podría haberse acortado media hora por lo menos.
Para aquellos que aún no lo supieran, Tom Holland es mucho más que Spiderman. Lo demostró en Lo Imposible y lo demostró en El Diablo A Todas Horas (película infumable por cierto, pero él lo hace muy bien). Y aquí vuelve a hacerlo, con una actuación sobresaliente, eclipsando a todos los demás y cargando con toda la película.
Como ya he dicho, la caótica trama y la excesiva duración son los aspectos más negativos a destacar. En general, no es espectacular pero es una buena película, y estamos ante un punto de inflexión en la carrera de Tom Holland.