Hay un problema que acecha tanto a parte de la audiencia como de la crítica profesional al ir a las salas de cine; no parecen saber qué película van a ver cada vez. No se dan cuenta de que en este arte no todo se puede medir por el mismo rasero; que no se puede ir con las mismas expectativas a ver Almas en pena de Inisherin que John Wick 4 que Super Mario Bros. Cada film como proyecto creativo y producto (las películas son ambas cosas, igual que los libros o la música) tiene unos objetivos propios. ¿Cuáles se marca Super Mario Bros? Para empezar está enfocada al púbico infantil, y adapta uno de los videojuegos por excelencia. Y yo creo que cumple sobradamente y hasta superando expectativas.
Me sorprende y en cierto modo me sientan mal críticas en esta web que rezan cosas como “la animación es brillante; la historia no tanto”. ¿Acaso la historia no es como las de los diferentes niveles que se juegan en el videojuego? Es una trama perfecta para dar pie a un despliegue de animación excelso, desarrollo de personajes carismáticos (desarrollo al nivel de una película INFANTIL) y secuencias que harán las delicias de cualquier espectador, sea o no fan. Mención especial para la magnífica BSO de Brian Tyler; el compositor combina su particular estilo con los temas clásicos de Mario y logra el mejor trabajo musical de cine de lo que llevamos de año.
La excelente calidad técnica de esta película, colorida a más no poder y que hasta incluye escenas de acción en un único plano secuencia (cosa que a mí siempre me gana) va a la par con la emoción, consiguiendo hora y media de pura diversión que dibujará una sonrisa de oreja a oreja a todos los espectadores y en especial a los más peques, como debe ser. Bueno, aunque visto lo visto no a todos los espectadores. A esos “entendidos” les pido que dejen de ser tan pretenciosos y saquen a su niño interior; se lo van a pasar pipa seguro.