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Voto de david panadero moya:
7
Drama Un tiránico y manipulador productor de cine (Kirk Douglas), que ha caído en desgracia, pide ayuda a un director (Barry Sullivan), a una actriz (Lana Turner) y a un guionista (Dick Powell), a los que ayudó a triunfar, pero que tienen sobradas razones para detestarlo. Los tres le reprocharán su falta de escrúpulos para alcanzar el éxito sin reparar en las personas a las que traicionaba o engañaba. (FILMAFFINITY)
31 de julio de 2011
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El éxito, la fama y la gloria son los principales objetivos de muchos de los hombres y mujeres ambiciosos que quieren ser algo grande en la vida, sobre todo en lo refente al mundo del espectáculo y, en especial, del cine. Y con tal de conseguirlas son capaces de obrar de mil maneras y de manipular a la gente que tienen a su alrededor, de la que se sirven como un un medio o un peldaño más para lograr la fama, sin importar herirlos, engañarlos o utilizarlos a ellos o a su trabajo para luego robárselo y dejarlos tirados.
Un ejemplo de ello sería tiránico y sin escrúpulos productor de cine del Hollywood dorado Jonathan Shields que, tras la muerte de su famoso padre (gran productor), decide embarcarse también en el negocio cinematográfico, desde las películas de segunda fila para llegar a producir una gran superproducción. Para ello empleará su ingenio y astucia, pero lo principal será cómo aprovechará el talento de tres principiantes en el terreno en beneficio propio: el director Fred Amiel, la actriz Georgia Lorrison, y el guionista James Lee Bartlow, a los cuales favorece, convence o alienta según le conviene, para al final traicionarlos y a abandonarlos de una manera u otra, cada vez más rastrera, y ganarse el odio y el desprecio de todos ellos.
Ese desprecio hacia Jonathan será lo primero que sabremos de él y de las tres grandes figuras del cine y la literarura, cuando se les pide que intervengan en otra película suya, Y desde ese momento inicial, conocemos, medianto un gran uso de las analepsis, la relación de cada uno con el productor, y sus razones para negarse a colaborar más con Shields o incluso a tratar con él, a pesar de haber conseguido llegar alto cada uno en su profesión en parte gracias a él y de haber puesto en sus manos sus sueños, esperanzas o incluso, su amor.
Una mirada a las entreñas de ese mundo de ilusiones, pero también de sacrificio, ascenso y decadencia, que es el cine es lo que nos ofrece Vicente Minelli en este gran clásico, que cuenta con una estupenda fotografía, un sabio tratamiento de la trama que mantiene en vilo al espectador, escenas de inmenso poder dramático, y grandes interpretaciones por parte de todo el reparto, sobre todo, de Lana Turner, Kirk Douglas, Walter Pidgeon, Barry Sullivan y Dick Powell. Ganadora de cinco merecidos premios Oscar. Bastante buena.
david panadero moya
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