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Voto de Kinematographos:
9
Drama Un importante magnate estadounidense, Charles Foster Kane, dueño de una importante cadena de periódicos, de una red de emisoras, de dos sindicatos y de una inimaginable colección de obras de arte, muere en Xanadú, su fabuloso castillo de estilo oriental. La última palabra que pronuncia antes de expirar, ”Rosebud”, cuyo significado es un enigma, despierta una enorme curiosidad tanto en la prensa como entre la población. Así, un grupo de ... [+]
15 de agosto de 2012
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Charles Foster Kane es un arquetipo. Probablemente uno de los de mayor relieve en la historia del arte del siglo XX. Representa un tipo de americano que hoy en día pervive: el hombre hecho a sí mismo, arrogante, deseoso de poseer de manera irracional, del mero hecho de poseer, a la vez que se degrada a sí mismo y a los demás, con un ego desmedido. Existen otros dos grandes arquetipos americanos en el cine: el héroe reticente (el mayor de todos ellos el personaje de Rick Blane en "Casablanca"), y el hombre corriente y urbanita, pero de gran sensibilidad (C.C Baxter en "El apartamento" es el más representativo).

Como su personaje, Orson Welles también tenía un ego bastante grande, pero tal y como se ve en "Ciudadano Kane", no dudaba en usarlo contra él mismo. Hizo frente al magnate William Randolph Hearst (la película está basada en este personaje histórico) con la fuerza de su ego, y con ese mismo ego llevó adelante una película que fue muy criticada en su día, pero que tarde o temprano ocupó su lugar en la historia del cine. Que bien que el tiempo ponga las cosas en su sitio.

Voy a dejar de exagerar el logro de Welles. La película es el punto de referencia de otras películas basadas en la crítica del capitalismo; cuenta con un reparto excelente; innovó a la hora de usar un mismo plano para mostrar tres planos de manera simultánea (¡me ha dado por usar la palabra "plano" mientras escribo otra crítica!); y utiliza el "macguffin" más interesante de todos, Rosebud.

También debo decir que es una película con mucha miga, siempre se saca algo de ella cuando se la ve una y otra vez; siempre genera cualquier debate, y eso significa que los años le han sentado bien; siempre ha sido objeto de estudio por personas de distintas disciplinas y estudios, e incluso siguen haciéndose tesis basadas en el personaje de Kane y su mundo.

Merece la pena, por muchas razones, y hay de sobra.

P.D: También se me ha hinchado un poco el ego al escribir, así que mejor me detengo porque si no acabaré construyéndome mi propia Xanadú -que por cierto, es grotesca de lo opulenta que es.
Kinematographos
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