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Voto de Lillix:
4
Comedia La novela infilmable de Laurence Stern, una falsa autobiogafía en la que el narrador se interrumpe constantemente y apenas pasa del momento en que nació. De ahí a un grupo de actores y equipo que intentan filmar la novela infilmable. El tamaño importa: de los papeles, de los egos, de los zapatos, de la nariz. Las historias, y la vida, son demasiado ricas como para caber en una sola narrativa. (FILMAFFINITY)
20 de julio de 2009
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia adaptada por Martin Hardy de la novela del siglo XVIII La vida y opiniones del caballero Tristram Shandy, del escritor inglés Laurence Sterne. Donde la novela es literatura dentro de literatura, la película es literatura dentro de cine dentro de cine, y aunque esto pueda resultar lioso, es que, Michael Winterbottom nos sumerge en el rodaje de la adaptación de la novela ya mencionada. Centrándonos en el argumento de la historia, el caballero inglés Tristram Shandy, a través del actor Steve Coogan, que a la vez se interpreta a sí mismo, cuenta su vida desde el comienzo: su nacimiento, pero no sólo se para a contar su nacimiento, sino que el narrador se distrae con otros detalles previos a éste, como su concepción o anécdotas de la vida de la gente que le rodea, muy especialmente de su padre y su tío Toby.

El relato, pues, tiene una narración experimental en la que se entremezclan ambas tramas: la trama de la película que se rueda y la trama del set de rodaje que la rueda.

Todo ello a lo que nos lleva es a un juego con lo diegético y lo extradiegético, el campo y el fuera de campo... ¿Pero este juego es real? Juega con lo diegético y lo extradiegético, sí, pero todo, a su vez, está dentro de la diégesis del universo creado por guionista y director. Es decir, la vida de Steve Coogan sería extradiegética respecto a la historia que se cuenta de Tristram Shandy, pero diegética en cuanto a la dramatización del set de rodaje que rueda, valga la redundancia, una adaptación de la novela de Laurence. Además, todo el equipo técnico y demás personajes extradiegéticos a la, volvemos a repetirnos, historia de Shandy, estarían en fuera de campo, aunque nos aparezcan dentro de cuadro junto a elementos que sí pertenezcan a la diégesis de éste. No obstante, todos los elementos que aparecen en cuadro estarían dentro del campo en cuanto al rodaje de la adaptación de la novela. Esto, que más que un juego, parece una enredadera, no significa que la película sea difícil de seguir; lo que no queda bien claro es qué nos quieren contar Hardy y Winterbotton. No hay progresión dramática, ni en la trama de Tristram Shandy, donde sólo se le dan vueltas al nacimiento de éste; ni en la trama del set de rodaje, donde sólo nos marean con los problemas de los implicados en el proyecto: rivalidad entre actores, amor, presupuesto... y nos bombardean con absurdos diálogos que no le interesan a nadie.

Valorar la película respecto a la novela me resulta en estos momentos imposible, pues no he tenido la oportunidad de leerla, pero centrándonos en la trama del funcionamiento de un set de rodaje, existen otras películas que tratan el tema que, en mi opinión, resultan mucho más interesantes, véase, por ejemplo, la magnífica La noche americana, de François Truffaut.
Lillix
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