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Voto de Ezequiel 25 17:
10
Drama Para sobrellevar el insomnio crónico que sufre desde su regreso de Vietnam, Travis Bickle (Robert De Niro) trabaja como taxista nocturno en Nueva York. Es un hombre insociable que apenas tiene contacto con los demás, se pasa los días en el cine y vive prendado de Betsy (Cybill Shepherd), una atractiva rubia que trabaja como voluntaria en una campaña política. Pero lo que realmente obsesiona a Travis es comprobar cómo la violencia, la ... [+]
9 de enero de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me resulta imposible catalogar esta obra dentro de un género concreto, es simplemente Taxi Driver, esa película que no dudarías en poner en un poster o estampada en una camiseta para vender en una tienda cool, una de las películas que tienes que ver antes de morir, como el título del ya célebre libro entre los cinéfilos de medio pelo como yo, Martin Scorsese refleja todos sus miedos y obsesiones, con respecto a la ciudad que le vio nacer,de la mano de Travis, un conductor de taxi veterano de Vietnam y completamente trasnochado desencantado de la vida y sobre todo del sitio donde vive, su única válvula de escape es una guapa chica bien de la que se enamora y en la que vuelca todas sus motivaciones, pero Travis no está bien de la cabeza y te das cuenta de ello en la escena de la cafetería donde carga indiscriminadamente contra el pobre compañero de trabajo de su amada, más adelante en lo que tendría que haber sido una cándida velada de cine con su novia, nuestro buen amigo Travis nos confirmará su locura y alienación, su lugar no está con las niñas pijas sino con los chaperos, los chulos, los camellos y las prostitutas, sobre todo una de tan solo 12 años de edad, una niña que consigue a ojos del espectador convertir al loco y atontado de Travis en un ser digno de vivir y con un sentido en la vida, salvarla . Tras el desamor de su políticamente correcta chica, se terminaron las ñoñeces, estamos en una zona de guerra y su nombre es New York, solo queda armarse y dejarse arrastrar por la espiral de locura y obsesión que fluye tras los rascacielos, como desgraciadamente pasa muchas veces en la vida real, aquí no hay héroes, hay situaciones y casualidades, Travis (me encanta ese nombre) quiere convertirse en un magnicida, pero mira por donde no es el día, y es una pena porque está armado hasta los dientes y ya se ha hecho denoche, aquí lo importante es pegarle un par de tiros a algún excremento social y esperar a que las cosas cambien para bien o para mal, que más da, el asfalto esta húmedo y la niebla de la noche hace aparecer su taxi como si de un fantasma se tratara, una niña perdida necesita ayuda y sus armas sedientas de sangre estan.
Ezequiel 25 17
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