Penny Dreadful fue una serie de terror y fantasía que duró tres temporadas, a cada cual más fallida y decepcionante.  Y es una pena, porque la cosa no comenzó mal (aunque tampoco era para tirar cohetes), pero lo caótico del conjunto y el exceso de personajes (la mayoría más que prescindibles) hicieron que la serie acabase sin pena ni gloria y prácticamente nadie tuviese un especial recuerdo de ella.

Pues bien, el mismo responsable de aquella ha decidido que era buena idea traer una especie de spin-off (de momento sólo comparten el título), a pesar del fracaso de su anterior proyecto. El primer episodio de su nueva serie ha llegado sin hacer mucho ruido y con unas críticas algo tibias, en una época mucho más competitiva y feroz que hace un lustro, que fue cuando se estrelló la mencionada serie de terror.

Voy a ser sincero. A pesar del aura negativa del título, el piloto se deja ver, aunque no fascina ni emociona en ningún momento de su algo excesiva hora de duración. Pero como siempre, mejor vayamos por partes.

La dirección del capítulo corre a cargo del español Paco Cabezas, responsable de la interesante e infravalorada Adiós, realizando una labor bastante encomiable, notándose el generoso presupuesto, aunque los efectos especiales no estén a la altura, como suele suceder en las producciones destinadas a la televisión.

No obstante, tampoco hay ningún momento para el recuerdo, ya sea en su prólogo o en su desenlace, aunque creo que la intención de los responsables era precisamente esa. No obstante, un trabajo tras las cámaras por encima de la media y que aporta enteros a la propuesta.

El guion ya es otra cosa. Cortesía del creador de la citada serie, se notan las pretensiones del autor, creyéndose una serie mejor de lo que realmente es (es más que predecible, sobre todo el desenlace del primer episodio, por mucho que se busque la sorpresa del espectador), y combinando una serie de elementos que no llegan a casar en ningún momento. 

Personalmente me chirría demasiado el tema de lo fantástico, considerando que no le hace ningún bien a la trama detectivesca (que, salvado las distancias, me recuerda bastante al fabuloso videojuego L.A. Noire), que si bien es cierto que sigue a pies juntillas las pautas de cualquier investigación criminal que se haya visto anteriormente, sin innovar en lo más mínimo, se agradece, aunque me temo que la resolución del asesinato presentado acabe siendo de lo más decepcionante (y más si metes instantes de fantasía y brujería con calzador).

Y bueno, no hay que ser un genio para comprobar que se van a cometer errores similares que los de la hermana mayor (esto es, la Penny Dreadful original) como saturar con subtramas innecesarias (la esposa alcohólica) y personajes que seguramente aporten bien poco, eso por no hablar de un punto negativo que no suele fallar en este tipo de producciones, y que no es otra casa que la ausencia de garra por parte del máximo protagonista de la historia.

En cuanto al reparto, todos cumplen (aunque como ya he comentado, el protagonista, Daniel Zovatto, se queda en tierra de nadie por culpa de un personaje que no da mucho más de sí), destacando a una enigmática y entregada Natalie Dormer (aunque ya apuntaba maneras en Juego de Tronos), a un convincente Nathan Lane, en un cambio de registro bastante sorprendente (aunque el personaje cubra todos los tópicos de "compañero del protagonista"), y a un Rory Kinnear (que ya sorprendió en la citada serie) con un acento alemán bastante logrado (al igual que en el caso de Dormer, ésta con varios registros).

En conclusión, quizás sea demasiado pronto para valorar la serie por su primer episodio, pero una máxima de las series nuevas es que deben poner toda la carne en el asador en su inicio (y en su final, obviamente) para intentar enganchar al espectador. Desgraciadamente, no creo que sea el caso, ya que hay mejores opciones y, como ya he indicado, vivimos en una era con demasiada oferta y muy poco tiempo, por lo que decantare por esta opción quizás no sea la mejor de las ideas, ya que realmente no aporta nada nuevo y digno de mencionar.

Creo que no ha sido buena idea titular a la serie con el nombre de la anterior producción de su creador, por mucho que este sea muy fan de su propia obra, ya que es un lastre que hace desconfiar del producto, y que, realmente, no es para nada necesario. Al final una serie que podría haber tenido su propia identidad y sello acaba siendo deudora de una que ya sabemos como acabó, y no fue precisamente bien.

No obstante, mi intención es continuar esta interesante pero algo caótica aventura, esperando que no acabe como la anterior propuesta del mismo creador. Al menos la trama de intriga cumple y satisface, por el momento. Que lástima que no se apostase solamente por ese arco argumental y se haya decidido hacer un pastiche de géneros que ya veremos en que queda.

Más críticas: ocioworld.net