Divine es una depravada dama-hombre-hembra-macho-monstruo que convive pacíficamente con su mama de 200 kg -adicta a los huevos- su poco agraciado hijo Crakers -amante de inóspitas perversiones- y su novia. Éste singular cuarteto se encuentra alojado en una caravana alejada de la ciudad, dada la conflictiva relación que Divine mantiene con las autoridades. Todo va sobre ruedas hasta que sus vecinos “Los Marble” se enteran de que Divine está a a punto recibir el título a la persona más repugnante del planeta, es entonces cuando se ponen en marcha desarrollando maquiavelicos planes a fin de arrebatarle este honor a nuestra amigota/o.
Llegado a este punto voy a plantear una cuestión: ¿Quién es el ser más repugnante, zafio y asqueroso del planeta?.
Y voy a ir más lejos : ¿Quién querría ser nombrado el ser más repugnante, zafio y asqueroso del planeta?. Y continuo más allá: ¿Qué tiene que hacer para serlo?.
Probablemente, y en toda regla – roja y supurante- daríamos la espalda a esta carrera de perversiones y ocultaríamos en nuestro inconsciente este ansia desnuda que nos torturará en los noches de insomnio. Dado el realismo y la lucidez con los que se trata el tema, las pastillas para dormir no serán suficientes en pequeñas dosis, así que podremos hacer uso también de palangana y pictolín after-pink.
Nos sentiremos como filete en entrepierna, pollo sodomizado o malote presumiendo de chorizo. En ésta entrega, la carrera de parafilias tomará un papel predominante. Ningún personaje del elenco se salva, ninguna bizarrada es tan inverosímil y repugnante. Este es un espectáculo circense distinto, un viaje a los horrores con un toque cómico muy especial.
Ahora bien, en esta sociedad en la que las apariencias ocupan una importante parte de nuestras vidas, Waters explota al máximo conductas repugnantes que tacharíamos de inmorales y poco éticas aunque paradójicamente las mismas sean desempeñadas con total normalidad por los desviados y caricaturescos seres que veremos en la pantalla. Llegamos al momento pues, queridos camaradas, en los que os planteo una nueva tanda de preguntas, ¿Qué conductas son consideradas como morales o inmorales?¿Quién dictamina que dichas conductas lo sean?¿Se puede hablar con el culo?.
Encontramos, además, una acentuada crítica al sistema económico americano. La podemos apreciar en la interesada relación "huevero- madre de Divine", asi mismo la adicción que esta tiene por los huevos refleja el consumismo exacerbado de la sociedad capitalista.



Puede que más de uno/a se sienta realizado y libidinoso al contemplar esta cinta. Yo, desde luego, no me sentí así. Aunque he de reconocer que no te deja indiferente.