Tras la muerte de su familia Antonio Banderas empieza a vengarse, pero no sólo es una trama de poco recorrido que apenas necesita de pesquisas, sino que casi no tiene tiempo para entrenarse. Contrata a un par de maestros de artes marciales y con muy buen juicio debido a la premura se decanta por el cross-fit en lugar de por las pesas. Con tan poco tiempo resulta imposible que eche músculo y en una realista y sobrecogedora escena aparece con las mamas caídas y ni un atisbo de bíceps. Los maestros son voluntariosos y hace avances, pero más bien lo que haría alguien que pasa del cinturón blanco al amarillo-naranja. El resultado es que durante el proceso de venganza por cada hostia a mano abierta que da recibe 24 y bastante más fuertes. Su aventura vengadora le deja tan sonado que hasta se va con Paz Vega, se decanta por un voto de silencio como los Cartujos y tras no hablar, destrozado el cráneo y lo que hay dentro a resultas de los golpes, piensa que le ha aumentado el sentido del oído. En varias escenas verdaderamente emocionantes vemos un plano de la oreja captando ruidos ensordecedores. Dos soplamocos más y se cree con radar incorporado como Daredevil y con el olfato de un sabueso (aquí no lo necesita porque en mitad de la película se hace amigo de un perro).

En resumen, una película donde el protagonista fundamentalmente recibe de lo lindo pero consigue desfacer el entuerto a fuerza de masoquismo y de perder el sentido innumerables veces, todo lo contrario que Liam Neeson, por eso hablamos de antiliamneesonismo. Banderas muestra que si te tienes que vengar ya con cierta edad te van a ahostiar desde el dedo gordo del pie hasta el colodrillo, por lo que la película también sirve de adevertencia y consejo a gente a la que por determinadas circunstancias le hayan matado a la familia y estén en estos momentos con más de 45 en pleno proceso de entrenamiento letal. Mezcla por tanto de acción y servicio social, las intenciones de esta película me han sobrepasado, por lo que la baja puntuación que le pongo es debido a mis limitaciones. Posiblemente estemos ante una obra maestra aún incomprendida, ya que además se venga de un vengador, de lo que extraemos no menos de cinco o seis enseñanzas filosóficas que pueden ayudarnos en la vida cotidiana. Por último lo que sí queda en entredicho es la eficacia del afamado croos-fit para al menos vengar con poco tiempo, por lo que se siguen recomendando las mancuernas tradicionales, aunque sea con poco peso y progresivamente para evitar las agujetas.